Los partidos egipcios se preparan para comicios ante ausencia de islamistas

  • Las fuerzas políticas egipcias se preparan para las próximas elecciones legislativas, tras la ratificación ayer por el presidente, Abdelfatah al Sisi, de la ley de las circunscripciones electorales, último escollo para fijar la fecha de los comicios, previstos para el primer trimestre de 2015.

Mohamed Siali

El Cairo, 23 dic.- Las fuerzas políticas egipcias se preparan para las próximas elecciones legislativas, tras la ratificación ayer por el presidente, Abdelfatah al Sisi, de la ley de las circunscripciones electorales, último escollo para fijar la fecha de los comicios, previstos para el primer trimestre de 2015.

Una de las dos coaliciones más destacadas del espectro político, ante la ausencia de los Hermanos Musulmanes, ilegalizados en 2013, es el llamado Frente Egipcio, que incluye a varias corrientes ideológicas cercanas al régimen del depuesto dictador Hosni Mubarak.

"Somos una fuerza que defiende al Estado egipcio y sus fundamentos, y somos los defensores del programa político del presidente, Abdelfatah al Sisi", dijo a Efe Mustafa Bakry, uno de los dirigentes de esta plataforma.

El Frente Egipcio, encabezado por Kamal al Ganzuri y Ahmed Shafiq, primeros ministros en tiempos de Mubarak, apuesta por "la seguridad, la estabilidad y el desarrollo de la patria", según Bakry.

La otra gran alianza es la liderada por el histórico partido nacionalista Al Wafd, que engloba a una mayoría de formaciones de centro derecha.

Ante la inminencia del anuncio de las fechas de las elecciones, los partidos siguen moviendo piezas para encontrar el mejor puesto antes del pistoletazo de salida.

Así, mientras Al Sisi ratificara la ley de circunscripciones, tres partidos -el Tagamu, el Gad y el partido de la Conferencia- abandonaban la coalición del Frente Egipcio en busca de una opción que les ofrezca mejores oportunidades.

El secretario general de Al Wafd, Husam al Juli, explicó a Efe que su coalición, a pesar de englobar a distintas fuerzas políticas, continuará como bloque parlamentario después de las elecciones.

No obstante, Al July consideró que la ley electoral, ratificada en julio por Al Sisi, "debilita a los partidos y no promueve la vida política", porque reserva el 80 % de los escaños a los diputados elegidos a través de las listas individuales.

Para el político, la nueva norma favorece el ascenso de los candidatos que pueden financiar sus propias campañas electorales y que están más preocupados por satisfacer a sus votantes que por tener un programa político nacional.

Frente a estos dos grandes frentes, otros dos grupos menores de izquierdas, aspiran también a lograr representación parlamentaria, la Coalición de la Corriente Democrática (CCD) y la Coalición del 25-30, que intentan reunir a las fuerzas revolucionarias, laicas y juveniles para concurrir en estos comicios.

La CCD, integrada por seis partidos formados por activistas que lideraron la revolución del 25 enero del 2011 contra Mubarak, rechaza que Egipto tenga un presidente militar como Al Sisi y defiende los derechos políticos y la justicia social para todos los ciudadanos, según dijo a Efe su portavoz, Jaled Daud.

Por su parte, Ahmed Darrag, dirigente en la Coalición del 25-30 que abarca personalidades independientes opuestas tanto al régimen de Mubarak como a los Hermanos Musulmanes, aseguró a Efe que su agrupación llama a una reconstrucción radical del Estado egipcio y, sobre todo, de su escena política.

Los grandes ausentes de la escena política son los Hermanos Musulmanes, que en las elecciones de 2012, las únicas libres celebradas en la historia del país, lograron casi el 50 por ciento de los escaños.

Con la mayoría de sus dirigentes entre rejas y declarado grupo terroristas por las autoridades, la cofradía y su brazo político, el Partido Libertad y Justicia se mantienen al margen e insisten en exigir el regreso a la presidencia de Mohamed Mursi, destituido por el Ejército en julio de 2013.

Ante la ausencia de la Hermandad, el único grupo islamista con calado en la escena política, es el partido Al Nur, que respaldó el golpe militar contra Mursi, y que fue la segunda fuerza más votada en 2012.

El partido todavía no ha dilucidado si tomará parte o no en las próximas elecciones, aunque ha insistido en que si decide concurrir lo hará en solitario.

Para el analista político egipcio Hasan Nafaa, la ausencia de la mayoría de los partidos islamistas dejará una parte importante de la sociedad fuera del juego político, teniendo en cuenta que en 2012 el 70 por ciento del electorado se decantó por esta opción.

Nafaa calificó en declaraciones a Efe la situación política de "frágil" y alertó de que las coaliciones actuales no son coherentes a nivel ideológico y podrían fragmentarse en cualquier momento.

El experto descartó el regreso del antiguo régimen de Mubarak, pero reconoció la posibilidad de que las redes familiares y económicas que lo sustentaban puedan influir en la escena política egipcia ante el vacío dejado por los islamistas.

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