Najib, un patricio de la política ante su primera reválida en las urnas

Bangkok, 4 may.- El primer ministro de Malasia, Najib bin Tun Razak, buscará revalidar en las urnas el cargo que asumió hace cuatro años tras el golpe interno que le dio el liderazgo del partido que ha gobernado el país desde la independencia, en 1957.

Najib relevó a Abdulah Badawi en 2009, después de que la coalición de partidos gobernante, liderada por la Organización Nacional para la Unidad Malaya (UMNO), obtuviese su peor resultado electoral al perder la tradicional mayoría de dos tercios de escaños en el Parlamento en los comicios del año anterior.

Tras la investidura, Najib se convirtió en el sexto primer ministro malasio, un cargo para el que, según su segunda mujer, Rosmah Mansor, "estaba predestinado" dado su linaje.

Nacido el 23 de julio de 1953 en Kuala Lipis, en el estado de Pahang, en el seno de una familia de la aristocracia comprometida con la lucha por la independencia, su padre, Abdul Razak, fue el segundo jefe del Gobierno de Malasia y su tío, Hussein bin Onn, el tercero.

El mayor de cinco hermanos, recibió una educación privilegiada en el instituto Saint John de Kuala Lumpur y después en el Reino Unido, en Malvern Boys' College y en la Universidad de Nottingham, donde se licenció en Economía en 1974.

Su padre fue primer ministro desde 1970 a 1976, año en el que falleció de leucemia, dejando de legado la coalición de partidos que gobierna desde entonces, y un programa económico que, bajo la bandera de combatir la pobreza y disparidades, estableció privilegios para la comunidad malaya, la mayoritaria del país.

Con el título académico por estrenar, Najib regresó a Malasia y tanteó el mundo financiero y empresarial, primero en el Banco Negara (banco nacional) y después en la compañía estatal petrolera Petronas, hasta que murió el cabeza de familia.

Cinco semanas después, Najib se convirtió con 22 años en el diputado más joven de la historia del país de la mano de la UMNO, la formación que reorganizó y dirigió su padre, y el principal de los partidos de la coalición Barisan Nasional (Frente Nacional).

Durante los siguientes años, ocupó diversos cargos en distintos ministerios y al mismo tiempo que ganaba influencia en la UMNO, hasta que fue nombrado ministro de Cultura, Juventud y Deportes, en 1986.

Desde entonces ha estado al frente de los ministerios de Defensa (1991 y 1999), Educación (1995) y Finanzas (2008), cartera que compaginó con el cargo de viceprimer ministro desde 2004 hasta asumir la jefatura del Gobierno.

Para lograr la reelección, Najib esgrimirá las reformas que su gobierno ha promovido en los últimos cuatro años para reforzar la economía y garantizar mayores libertades civiles.

Malasia consiguió revertir la recesión que sufrió en 2008 y poner su economía en la senda de un crecimiento que el año pasado alcanzó el 5,6 por ciento, con una tasa de desempleo del 3,3 por ciento.

A la vez, el Ejecutivo de Najib derogó la draconiana ley de seguridad interna e impulsó la campaña "1 Malasia" para reforzar el buen gobierno y la armonía entre la mayoría malaya y las minorías china e india.

En su contra, sus detractores destacan el aumento del coste de la vida, la delincuencia y la persistencia de la corrupción, cuyos escándalos han salpicado a Najib desde antes de que este asumiera el cargo de primer ministro.

La oposición le acusa de estar implicado en casos de cobros de comisiones y tráfico de influencias en varios contratos firmados por el Estado como los que cerró cuando era ministro de Defensa para la compra de dos submarinos Scorpene, 18 aviones de combate Sujói y doce helicópteros a Eurocopter, filial del gigante europeo EADS.

También se vio implicado en el asesinato de una joven traductora de nacionalidad mongola a manos de dos policías asignados al cuerpo de guardaespaldas de su esposa.

La prensa local publicó entonces que la mujer murió porque reclamó su parte de la comisión por la adquisición de los dos submarinos.