Tres hombres y dos mujeres en disputada votación a la presidencia en Israel

  • Cinco candidatos, tres hombres y dos mujeres, de perfiles y antecedentes diversos, aspiran a convertirse en el próximo presidente o presidenta de Israel, en una votación parlamentaria que se vislumbra como la más disputada hasta ahora en la historia del país.

Daniela Brik

Jerusalén, 9 jun.- Cinco candidatos, tres hombres y dos mujeres, de perfiles y antecedentes diversos, aspiran a convertirse en el próximo presidente o presidenta de Israel, en una votación parlamentaria que se vislumbra como la más disputada hasta ahora en la historia del país.

El jefe del Estado en Israel es elegido por mayoría absoluta en una elección que deciden los 120 diputados del Parlamento (Kneset), y en caso de que ningún candidato lo logre en una tercera ronda, entonces bastará con la mayoría simple.

El voto es secreto y el presidente, un cargo ceremonial pero de alto valor simbólico sobre todo de cara al exterior, es elegido por un mandato de siete años y no puede ser reelegido.

Debido a la alta concurrencia de candidatos en esta ocasión -en el pasado solían competir dos contrincantes-, y la prevista división de votos, se espera que ninguno pueda ganar en la primera ronda.

Varios ministros que apoyaron con su firma a los aspirantes para que pudieran presentar candidatura ya han advertido de que no votarán por aquellos que respaldaron, algo a lo que no están obligados.

Como antecedente de que nada está decidido en la variopinta Kneset puede servir el recuerdo de la elección a la Jefatura del Estado del año 2000, en la que todos daban por ganador a Simón Peres, pero finalmente fue Moshé Katsav el elegido.

Después de que dos pesos pesados de la política israelí, como el actual ministro de Energía, Shilvan Shalom,o el extitular de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, se desmarcaran de la actual liza presidencial, el terreno ha quedado abierto a los cinco candidatos que concurren mañana y que tienen algo en común: despiertan en el público una gran apatía y desafección.

Ante este panorama, el aspirante que en principio podría contar con más apoyos, según las encuestas de opinión, sería el expresidente de la Cámara, Reuven Rivlin.

De 74 años y miembro del partido derechista Likud, el mismo del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aunque no goza de su beneplácito, Rivlin es una cara conocida de la política israelí y se caracteriza por la moderación y su defensa a ultranza de las instituciones democráticas, aunque con ello se gane enemigos de todo signo.

Desde su antigua tribuna en el Parlamento tendió la mano a los partidos árabes, si bien su oposición a una solución de dos estados podría restarle apoyos entre los sectores de centro e izquierda.

El segundo aspirante favorito del público es Dan Shechtman, 73 años y premio Nobel de Química en 2011 por su descubrimiento de los cuasicristales.

Sin experiencia política, en caso de imponerse en la votación se convertiría en el segundo científico que ostenta la presidencia de Israel, después del biofísico y político laborista Efraim Katzir.

Le sigue en preferencia popular Dalia Dorner, de 80 años, ex jueza del Tribunal Supremo.

Nacida en Estambul, abandonó la corte en 2004 al cumplir los 70 y y hoy es profesora en la Universidad Bar-Ilán, en Tel Aviv.

Conocida por su defensa de la igualdad -fomentó leyes como la que permite a la mujer recibir entrenamiento como piloto de combate o la que amplió los derechos de los homosexuales- es una de las aspirantes preferidas de la izquierda.

Otra candidata, Dalia Itzik, 61 años, antigua diputada del centrista Kadima, fue la primera mujer que presidió el Parlamento entre 2006 y 2009, y ha regresado al mundo de la política después de mantenerse retirada desde diciembre de 2012.

Nacida en Jerusalén y de familia de origen iraquí, cuenta con experiencia en labores de gobierno ya que fue ministra de Medio Ambiente en 1999, de Industria y Comercio (2001-2002) con los laboristas, antes de decantarse por Kadima, partido fundado por Ariel Sharón en 2005.

La presidencia no le resulta extraña: en julio de 2007, cuando el entonces presidente Katzav se vio obligado a dimitir por varios escándalos sexuales, asumió su puesto de forma interina.

Tras anunciar su candidatura, Itzkik aseguró: "Creo que los diputados de la Kneset darán un claro mensaje de que en 2014 Israel, la Presidencia está abierta a las mujeres".

Y en caso de que cualquiera de las dos Dalias lo consigan, se convertirían en la primera presidenta electa de Israel.

Cierra la lista Meir Sheetrit, 65 años y forjado en la derecha, atesora una larga trayectoria adscrito a partidos conservadores como el Likud, pasando por el centro-derechista Kadima y su más reciente escisión centrista, "Hatnuá", de la titular de Justicia y jefa negociadora, Tzipi Livni, en el que milita como diputado.

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