El Partido Popular se la juega en las elecciones catalanas de este jueves y ha movilizado a todo el partido para arañar in extremis los votos que necesita para no sufrir el descalabro que pronostican los sondeos. Desde el presidente del Gobierno a los diferentes ministros, pasando por el candidato y los vicesecretarios de Génova, todo el partido está movilizado para evitar la derrota del bloque independentista. El gurú demoscópico de Rajoy, Pedro Arriola, ya le ha indicado dónde hay que prestar especial atención en estas últimas horas de campaña: Girona, Tarragona y Lleida.
Aunque Génova no ha encargado sondeos propios para estas elecciones, el asesor en materia electoral de Rajoy sí ha elaborado una serie de directrices a seguir en base a los resultados conseguidos por el PP en las catalanas de 2015 y las diferentes estimaciones que se han venido publicando, tanto por parte del CIS o el CEO de la Generalitat, como de los medios de comunicación. Así, la conclusión de los populares es que "tres escaños van a ser para el PP o para los independentistas". Apelación al voto útil en toda regla.
Para encontrar una explicación es necesario revisar la ley d'Hont. En 2015 hasta tres escaños se decidieron por apenas unos cientos de votos. Es decir, el diputado que consiguió el PP en Girona (22.572 votos) está ahora en el aire y podría caer en manos de ERC, el partido de Oriol Junqueras. Lo mismo ocurre en Lleida, donde ese parlamentario (con 16.694 papeletas) podría pasar a la CUP, y en Tarragona, donde el PP aspira a un segundo escaño en competición directa con Junts per Catalunya y Puigdemont. En Barcelona los resultados fueron aún más apretados: el PP consiguió en las últimas catalanas 272.280 votos y 8 escaños, uno más que la CUP con 254.246 sufragios.
🎥 Los caprichos de la ley electoral hace que los últimos escaños en las provincias sean o para el PP o para los independentistas. Tú decides. No tires tu voto. #LaSoluciónEsElPP pic.twitter.com/jzem0co2PL
— Xavier García Albiol (@Albiol_XG) 18 de diciembre de 2017
En el PP apurarán las últimas horas de campaña con esa casuística en la cabeza y en sus discursos. La apelación al voto útil será, por tanto, una constante: "Un voto más para Ciudadanos no va a representar un escaño más para Arrimadas, sin embargo, un voto más para el PP sí puede representar arrebatar un diputado al bloque independentista", aseguran fuentes del partido. Aspiran, por tanto, a captar esos restos que pueden ser decisivos teniendo en cuenta que los secesionistas rozan la mayoría absoluta, según la encuesta del Grupo Henneo publicada el pasado viernes.
El silencio mediático que daña al PP
Uno de los problemas con los que se han encontrado los populares en esta campaña es el silencio mediático que han sufrido. En Génova se han percatado de que sus actos no tenían la misma proyección en los medios de comunicación, no eran destacados en la prensa o no tenían una cobertura similar en televisión a los de otras formaciones, como Ciudadanos, su principal rival. Esta situación es una de las razones que ha llevado a Rajoy a tener que volcarse durante estas últimas horas de campaña con una mayor presencia sobre el terreno.
En el PP recuerdan con cierta pesadumbre cómo dos de los últimos actos que han organizado no han obtenido la cobertura deseada: el primero, un debate entre Xavier García Albiol, María Dolores de Cospedal y el exprimer ministro francés, Manuel Valls. El socialista también acudió a un mitín parecido de Ciudadanos y la mayoría de los informativos destacaron el acto del partido naranja. Algo similar ocurrió con un encuentro entre García Albiol, Pablo Casado y el hijo del expresidente Adolfo Suárez. La presencia mediática no fue la esperada.
Los independentistas, a un paso de la mayoría
Según la encuesta del Grupo Henneo, los tres partidos independentistas (ERC, Junts per Cataluña y CUP) rozan la mayoría absoluta, alcanzando el 47,88% de los votos frente al 45,08% que suma el llamado bloque constitucionalista (Ciudadanos, PSC y PP). Sumando escaños por bloques, los independentistas logran entre 64 y 69 (la mayoría absoluta son 68) y los unionistas entre 58 y 62 diputados. Los 7 u 8 parlamentarios de los comunes se antojarían la llave para la formación del nuevo Govern.
Uno de los detalles de esta encuesta es la alta participación: un 84,3% de los ciudadanos de Cataluña acudirá a las urnas el 21-D, un registro histórico y que superaría al de las generales de 1982, cuando votó un 80,7% de los catalanes. En 2015 la participación fue del 77,44%.
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