Desnuclearización (sin fecha) y retirada de Seúl: claves de la cumbre Trump-Kim

  • Tras la firma de la declaración conjunta entre ambos líderes, quedan sin concretar las fechas para la desnuclearización de la península de Corea.
Donald J. Trump y Kim Jong-un dan un paseo por los jardines del hotel Capella
Donald J. Trump y Kim Jong-un dan un paseo por los jardines del hotel Capella
EFE

La histórica reunión entre Donald Trump y Kim Jong-un en Singapur ha marcado un punto de inflexión en las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte. Siete décadas después de la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos Estados, los dirigentes han firmado una declaración conjunta que el líder norteamericano ha calificado como "muy detallada" y que se sustenta sobre cuatro puntos fundamentales.

Tan solo han pasado unos meses desde que Trump se refirió a Kim Jong-un como "Rocket Man" a través de su cuenta de Twitter y el líder norcoreano respondió llamando "viejo chocho" al dirigente estadounidense. Este cruce de insultos aumentó la escalada de tensión entre ambos países y puso en jaque la seguridad internacional, una incertidumbre que ha comenzado a disiparse tras ver la imagen, frente a las -doce- banderas de los dos Estados, del apretón de manos -de doce segundos- entre ambos dirigentes. 

Tras el encuentro de más de cuatro horas celebrado en el hotel Capella Singapore, en la isla de Sentosa, ambos mandatarios han declarado ante los medios su satisfacción por el importante avance conseguido. Para Donald Trump, la jornada histórica ha dado inicio a un arduo proceso. "Solo los valientes pueden lograr la paz", ha señalado al término un reunión que ha calificado de "honesta, directa y productiva", lo que supone una oportunidad para "un cambio real".

Tras el protocolario apretón de manos, ambos mandatarios han compartido 48 minutos a solas. Tras ello, se ha dado comienzo a una reunión de aproximadamente una hora y media a la que se han unido el secretario de Estado del país norteamericano, Mike Pompeo, que ya ha compartido despacho hasta en dos ocasiones con el líder norcoreano en Pyonyang; el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly; y el asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton

En la delegación de Kim Jong-un han estado presentes Kim Yong-chol, considerado la mano derecha del líder norcoreano en materia de relaciones exteriores y espionaje; Ri Yong-ho, canciller de Corea del Norte y Ri Su-yong, excanciller otra de las figuras integrantes del círculo más próximo de Kim Jong-un.

La desnuclearización, uno de los pilares en torno a los cuales se ha desarrollado el diálogo, es la principal tarea que debe desarrollar el régimen de Kim Jong-un tras la firma del acuerdo. En esta línea, ambos países se han comprometido a reanudar sus relaciones diplomáticas, a colaborar para construir una paz estable y duradera y, en última instancia, a "recuperar los restos de los prisioneros de guerra y los desaparecidos en combate", tal como reza el acuerdo.

Dado lo anterior, se presentan algunas claves relativas al contexto posterior a la histórica cumbre. 

En primer lugar, no se ha confirmado una fecha de inicio ni un plazo concreto para el proceso de desnuclearización. Si bien ambos líderes han hecho declaraciones ante los medios, estas no son concluyentes. El presidente estadounidense ha explicado que será "muy pronto" y, por su parte, el dirigente norcoreano no ha hecho referencia a los citados plazos.

Al hilo de lo anterior, de cara a la desnuclearización es necesario un proceso de verificación internacional. No obstante, aún se desconoce cuál será la hoja de ruta y cuál el mecanismo o institución que lo lleve a cabo. En este sentido, Trump ha confirmado que se hará, pero no ha detallado a los medios cómo será el procedimiento

Por otra parte, tampoco se han detallado directrices para la suspensión de las maniobras de EEUU en Corea del Sur previstas para el próximo otoño. Si bien Donald Trump ha señalado en la rueda de prensa que las maniobras militares no tendrán lugar, una portavoz de las Fuerzas Armadas del país norteamericano ha explicado que aún no se ha recibido la orden.

Otra de las consecuencias derivadas de la histórica reunión es la posibilidad de celebrar una segunda reunión a lo largo de este año si fuese necesaria. Donald Trump se ha ofrecido a viajar a Pyonyang para un segundo encuentro y también propone la Casa Blanca como sede una vez llegado "el momento oportuno", una posibilidad que Kim Jong-un no descarta. 

En cuanto a las sanciones impuestas por los Estados Unidos a Corea del Norte no serán retiradas hasta que la desnuclearización no alcance un "punto de no retorno". Así lo ha señalado Trump en rueda de prensa. No obstante, ante la imprecisión en los plazos para la desnuclearización, la fecha para la retirada de las sanciones no se encuentra, por el momento, en el horizonte. 

Finalmente, el texto firmado entre ambos mandatarios no recoge ningún punto relativo a los Derechos Humanos. Al respecto, Trump ha asegurado que se ha tratado de forma breve durante el encuentro y que su homólogo en Corea del Norte pretende llevar a cabo algunas medidas en esta materia.  

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