Los turcos votan mañana en las elecciones locales con Erdogan en la cúspide de su popularidad

  • Los turcos votan mañana domingo en unas elecciones locales en las que el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, tiene prácticamente asegurada la victoria en lo que se contempla como una prueba de su mandato, y que ahora mismo ejerce sin una clara oposición política, a pesar de los últimos conflictos que rodean a su Ejecutivo.

MADRID, 28 (EUROPA PRESS) Los turcos votan mañana domingo en unas elecciones locales en las que el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, tiene prácticamente asegurada la victoria en lo que se contempla como una prueba de su mandato, y que ahora mismo ejerce sin una clara oposición política, a pesar de los últimos conflictos que rodean a su Ejecutivo. El tema principal de las elecciones en la economía. Sólo un suceso ha desviado la atención de los turcos: el accidente de helicóptero del pasado miércoles en el que falleció el líder ultranacionalista del Partido de la Gran Unidad, Mushin Yazicioglu, junto con los otros cinco ocupantes del aparato, cuyos restos fueron encontrados ayer. A pesar de este triste accidente, se puede decir que la crisis financiera mundial ha sido la cuestión predominante durante la campaña. El desempleo ha alcanzado la cifra récord del 13,6 por ciento (un 26 por ciento entre los más jóvenes), con tradicionales conflictos de ideologías entre partidos y los enfrentamientos en la política local han dado un paso atrás mientras los candidatos se esforzaban en transmitir calma a la población así como sus estrategias para atajar la crisis. Se espera que el AKP fortalezca su poder con buenas cifras en estas municipales, pero el problema es que la crisis económica ha emergido como una amenaza para la fortuna política del partido. "La crisis económica va a jugar un papel muy importante en las elecciones", asegura al Global Post el editor del diaio turco 'Hurriyet', Barcin Yinanc. "Creo que el AKP va a perder votos por culpa de las implicaciones de la crisis económica en el país". El AKP llegó al poder en 2002, justo un año después de una severa crisis económica. Bajo su mandato, el país logró emerger de una situación de profunda inestabilidad y terminó convirtiéndose en una de las economías más interesantes del mundo. Sin embargo, estos últimos meses han comenzado a aparecer signos preocupantes: la inflación ha subido ligeramente hasta llegar al 9 por ciento, y muchos temen que Turquía pueda volver a descender a la inestabilidad política y económica que asoló el país hace ya ocho años. Con todo, la economía turca aguanta. La deuda del Estado sigue siendo la mitad que en 2001 y la producción se ha diversificado. A pesar de recientes conflictos, tanto políticos como militares, (la presunta conspiración de la banda del Ergenekon para derrocar al primer ministro, los ataques contra los separatistas kurdos en el norte de Irak), la fortaleza del AKP se encuentra prácticamente intacta. "Si yo fuera estratega del AKP, estaría muy emocionado con la perspectiva. La verdad es que una derrota sería una derrota sería una sorpresa", opinó el analista del Centro Crown para Estudios sobre Oriente Próximo, Howard Eissenstat. Recientes eventos internacionales han contribuido a cimentar la popularidad del AKP. La reacción de condena de Erdogan contra los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza han llevado a ganarse el cariño del 99 por ciento de la población del país, es decir, de los musulmanes, que apreciaron enormemente que reprendiera públicamente al presidente israelí Simón Peres durante un caldeadísimo debate en el último Foro Económico de Davos. "Erdogan tiene una cierta cualidad de tío machote que muchos turcos respetan en un líder", declaró Eissenstat. DEBILIDAD DE LA OPOSICIÓN Pero a pesar de la fuerza exhibida por el AKP, la debilidad de la oposición es más que evidente. "Hasta ahora, los rivales de Erdogan han demostrado una carencia total de creatividad o carisma, y finalmente se han visto incapaces de generar ni siquiera una pizca de apoyo popular suficiente para ser un verdadero desafío para el AKP", opina Nichole Sobecki, del Global Post. Ni siquiera el carácter islámico del AKP parece ser un obstáculo para los votantes. "No es que me gusten las tendencias islámicas, pero voy a votar por el AKP porque no existe otra alternativa", declaró el tendero Kasif Gundogdu. Lo cierto es que no existen otros contendientes de envergadura. La verdadera cuestión no es si el AKP arrojará buenos resultados. La cuestión es cómo de buenos serán. "El aumento de votos podría servir para que el AKP terminara proclamando la renovación de su mandato por petición popular, refrescando su legitimidad", opinó Saban Kardas, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Utah. De todos modos, el propio partido no se muestra excesivamente confiado en los resultados y ha llamado a la calma. Cualquier resultado en torno al 42 por ciento de votos será considerado un éxito, no obstante, es posible que la cifra sea superior a ese porcentaje. "Una victoria podría fortalecer la capacidad del AKP para proseguir las reformas que faciliten el acceso a la Unión Europea, en el marco de un amplio programa de liberalización", añadió.

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