El Ministerio de Defensa tuvo que solicitar en 2017 un crédito extraordinario por un importe cercano a los 1.000 millones de euros. En concreto, la partida presupuestaria fue de 965.068 miles de euros, que habría que añadir a la partida total de 7.576 millones contemplada en la Ley de Presupuestos Generales del Estado aprobada en el Congreso de los Diputados.
Fue el pasado 30 de octubre cuando Defensa solicitó dicha ampliación de crédito por casi 1.000 millones de euros. Lo hizo en seis expedientes diferentes, según reconoce el propio Ministerio, por un desvío en los gastos originados por la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones de paz en el extranjero. Estas modificaciones presupuestarias, a pesar de que se trata de operaciones no financieras del presupuesto, se financian mediante la emisión de deuda pública y no con cargo al Fondo de Contingencia.
El recurrir a créditos extraordinarios para financiar las operaciones en el exterior se hace de manera recurrente, además, a finales de año, ya que es cuando se puede calcular el montante de dichas operaciones en el extranjero. Así, en los Presupuestos de 2017, se incluían únicamente 14 millones para estas misiones.
El gasto del Ministerio de Defensa marchaba según lo previsto a 31 de julio de 2017. Así, el departamento de Cospedal había gastado antes de las vacaciones del pasado verano un total de 4.232.685.000 euros, según consta en una respuesta parlamentaria a la diputada socialista Miriam Alconchel. Sin embargo, apenas tres meses después, Defensa tuvo que solicitar el citado crédito extraordinario debido al coste de las 16 misiones internacionales en las que participan las Fuerzas Armadas.
En la actualidad, el Ejército español cuenta 2.469 militares desplegados en misiones fuera de nuestras fronteras. Las dos misiones internacionales más numerosas en cuanto al número de efectivos son las de Irak (541 militares) y El Líbano (618 cascos azules). En el marco de la OTAN, los militares españoles vigilan las aguas del Atlántico Norte y del Mediterráneo y participan en la defensa de los países bálticos y Turquía. España también está presente en la mayor parte de las misiones de paz que la Unión Europea desarrolla en el continente africano, con despliegues en Malí, República Centroafricana, Somalia, Senegal y Gabón, así como en las operaciones que tratan de impedir el tráfico ilegal de personas frente a las a las costas de Libia y la piratería en el océano Índico.
El Tribunal de Cuentas ya reprochó los créditos extraordinarios de Morenés
El Tribunal de Cuentas ya tiró de las orejas a Defensa durante la etapa de Pedro Morenés al frente del ministerio por esta práxis. El órgano fiscalizador reprochó el recurso reiterado a los créditos extraordinarios en mitad del ejercicio para financiar programas especiales de modernización de armamento en lugar de prever estas cantidades en los Presupuestos anuales. El Tribunal destacaba en 2016 que la situación jurídico financiera de este tipo de programas armamentísticos "no es en absoluto desconocida ni imprevisible".
"Este tipo de programas se planifican y desarrollan a largo plazo (en muchos casos se inició su desarrollo en los 90) e implican la asunción de compromisos contractuales concretos, tanto a nivel nacional como internacional, planificados en el tiempo y autorizados por el Consejo de Ministros", explicaba. Lo mismo ocurre con las misiones en el extranjero, que se prevén con suficiente antelación. El Tribunal de Cuentas sostenía que "la financiación a través de créditos extraordinarios" de Defensa "se ha convertido en una situación presupuestaria estructural en defecto de una presupuestación realista ajustada a los compromisos conocidos por el Gobierno".
El capítulo 6 (inversiones reales) del Presupuesto de Defensa para 2017 (que es el vigente a día de hoy ya que las cuentas públicas se encuentran prorrogadas) ascendía a 2.190 millones de euros (un 442,13% más que en 206) al incluir los programas de armamento (PEA) "que en los últimos cuatro años se venían financiando con créditos extraordinarios", admitía el propio ministerio. En total, durante la etapa de Morenés en el ministerio los créditos extraordinarios para armamento ascendieron a 1.817 millones.
En estos momento el Gobierno está estudiando incrementar la presencia de militares en el extranjero. La propia ministra anunció en su visita a Líbano de diciembre que las Fuerzas Armadas contarán en los próximos meses con unos 30 soldados más en Irak, mas de 60 en Afganistán y más de 130 en Mali. Una cifra que volverá a elevar el gasto de Defensa para 2018. Tampoco se descarta enviar más militares al Báltico para compensar que España no comprará a Estados Unidos los aviones F-35.
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