Ultimátum de ONU a rebeldes congoleños podría minar la solución del conflicto

  • El ultimátum para el desarme de los grupos armados que operan en el este de la República Democrática del Congo (RDC) emitido ayer por la ONU podría arruinar los esfuerzos regionales por finiquitar la recurrente crisis en esa zona del país.

Nairobi, 31 jul.- El ultimátum para el desarme de los grupos armados que operan en el este de la República Democrática del Congo (RDC) emitido ayer por la ONU podría arruinar los esfuerzos regionales por finiquitar la recurrente crisis en esa zona del país.

En una cumbre celebrada hoy en Nairobi, la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (CIRGL) lamentó el gesto de la Misión de la ONU para la Estabilización de la República Democrática del Congo (MONUSCO) de emitir el citado ultimátum sin consultar con otros socios.

"Expresamos nuestra preocupación por la ausencia de consultas políticas antes del comunicado de la MONUSCO, que podría minar los esfuerzos en la crisis de la RDC", indicó la CIRGL en su declaración final.

Ayer, la MONUSCO dio un plazo de 48 horas al grupo rebelde M23 para que se desarme y abandone el asedio de la localidad oriental congoleña de Goma.

Pasado ese plazo (que expira mañana a las 16:00 hora local, 14:00 GMT), la MONUSCO establecerá una zona de seguridad alrededor de la ciudad y empleará "todas las medidas necesarias, incluida la fuerza" para desarmar a cualquier individuo armado que no pertenezca a la misión de la ONU o al Ejército congoleño.

A este respecto, la ONG Oxfam urgió hoy a la MONUSCO "a proceder con sumo cuidado" para asegurar que "los civiles quedan debidamente protegidos" y que "sus operaciones no empeoran la situación".

"Las repercusiones humanitarias de la escalada en el conflicto han sido devastadoras para la población civil, con decenas de miles huyendo hacia un lugar seguro en su país o cruzando la frontera con Uganda", aseguró el coordinador de programas de Oxfam para la RDC, Tariq Riebl, a través de un comunicado.

A pesar del desacuerdo sobre el ultimátum, el presidente de Kenia y anfitrión de la cumbre de la CIRGL, Uhuru Kenyatta, consideró que había sido "una reunión satisfactoria", y que conllevó "un aumento de compromisos para asegurar la paz y la estabilidad en la región".

Para Kenyatta, aunque se han logrado "muchos progresos, aún queda mucho" para estabilizar el este de la RDC, en la que operan numerosos grupos rebeldes, entre ellos el M23.

En este sentido, la declaración final de los líderes del bloque regional reiteró su llamamiento a ese grupo a que cesara sus actividades, y pidió rápidos avances en el diálogo que el Gobierno de la RDC mantiene con el M23 en Kampala.

Asimismo, los firmantes solicitaron acelerar el despliegue de la Brigada de Intervención de la MONUSCO diseñada para tratar de pacificar la región oriental congoleña de Kivu del Norte, rica en minerales y fronteriza con Ruanda.

El M23 lo forman soldados congoleños amotinados, algunos de ellos miembros del antiguo grupo rebelde Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) y supuestamente fieles a Bosco Ntaganda, que se entregó en la embajada de EEUU en Kigali el pasado mes de marzo.

Antes de crearse el M23 el año pasado, Ntaganda se había integrado en 2009 en las Fuerzas Armadas de la RDC, donde ascendió al rango de general, después de contribuir a pacificar la provincia oriental de Kivu del Norte tras ayudar a detener a Laurent Nkunda, antiguo señor de la guerra y también general del Ejército.

El pasado 20 de noviembre, el M23 tomó la estratégica ciudad de Goma, capital de Kivu del Norte, lo que motivó el desplazamiento de cientos de miles de personas y amenazó con un conflicto de repercusiones regionales.

Once días después, los amotinados, que aún controlan zonas de Kivu del Norte, dejaron la ciudad y atendieron un llamamiento de la CIRGL que dio pie a un proceso de negociación con Ejecutivo congoleño en Kampala, que lleva semanas estancado.

Además de la RDC, la cumbre de hoy en Nairobi abordó la crisis en la República Centroafricana (RC) y las tensiones entre Sudán y Sudán del Sur.

Así, la CIRGL pidió a la comunidad internacional que apoye "los esfuerzos regionales en curso, a fin de remediar las alarmantes situaciones humanitarias en la RDC, en la RC y en (la región oriental sudanesa de) Darfur".

Creada en 2000 para promover la paz y el desarrollo en la región, la organización está formada por Angola, Burundi, República Centroafricana, República del Congo, República Democrática del Congo, Kenia, Uganda, Ruanda, Sudan, Tanzania y Zambia.

El secretariado ejecutivo de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos tiene la sede en Buyumbura, capital de Burundi.

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