La televisión pública siria ha informado de que las fuerzas gubernamentales han afianzado el control sobre un corredor dentro de la provincia de Deir Ezzor y dirigido directamente a su capital, donde los militares leales y 93.000 civiles llevan tres años rodeados de milicianos yihadistas. El cerco se ha visto aliviado por la entrega de suministros por vía aérea.
El gobernador de Deir Ezzor, Mohammad Ibrahim, ha asegurado que la población celebra ya la cercanía de las tropas gubernamentales. "Los vecinos de esta ciudad en guerra han soportado la falta de alimento y los atentados terroristas a diario, con obuses, por no mencionar los sacrificios de los mártires de la ciudad que han muerto defendiendo la patria", ha señalado Ibrahim en declaraciones a la agencia de noticias siria SANA.
"Hoy están henchidos de júbilo y quieren dar la bienvenida a los héroes del Ejército que van a romper el asedio", ha añadido Ibrahim. "A pesar del asedio, las tiendas han seguido funcionando (...). Por ejemplo, las panaderías producen unas 25 toneladas de pan al día y un millar de raciones se reparten gratuitamente, recibimos agua cada semana y el centro médico y el hospital militar están abiertos 24 horas al día. Una farmacia abierta hace dos meses proporciona medicinas gratuitas", ha destacado.
Este avance del Ejército y sus aliados supone un nuevo revés para el Estado Islámico, que ha perdido en los últimos meses ciudades importantes como Mosul e importantes sectores de su antiguo califato tanto en Siria como en Irak.
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