Sin embargo, los sublevados todavía no han dado una respuesta consensuada al anuncio formulado por el presidente y parecen mantener sus posiciones. Si bien uno de los amotinados declaró a la agencia Reuters que tenían intención de honrar el acuerdo, otros testigos han declarado que una facción de los militares renegados ha realizado varios disparos al aire mientras retenía al ministro Alain-Richard Donwahi, que ayer acudió al epicentro de la rebelión, la ciudad de Bouaké, para representar a las autoridades en las negociaciones.
Ouattara se ha dirigido a la nación para declarar que había atendido ya a las demandas de los militares -- muchos de ellos antiguos rebeldes de la última guerra civil en el país africano -- a través de un acuerdo diseñado específicamente para poner fin al motín, y ha instado a los militares a regresar a sus barracones.
Al mismo tiempo, el ministro permanecía bajo la vigilancia de los militares en la sede de las conversaciones. El Gobierno ha desmentido que Donwahi hubiera permanecido retenido contra su voluntad pero varios de los periodistas presentes en el encuentro constataron que durante dos horas no recibieron permiso para salir del recinto.
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