Los malienses acuden a las urnas para construir un nuevo país

  • Los malienses están convocados el próximo domingo a las primeras elecciones presidenciales que se celebran en el país tras el golpe del 22 de marzo de 2012, presentadas como el punto de partida para la reconciliación y construcción de un nuevo Mali.

Idrisa Diakité

Bamako, 24 jul.- Los malienses están convocados el próximo domingo a las primeras elecciones presidenciales que se celebran en el país tras el golpe del 22 de marzo de 2012, presentadas como el punto de partida para la reconciliación y construcción de un nuevo Mali.

Esa parece ser, al menos, la esperanza de un gran número de ciudadanos de este país africano azotado en el último año por la guerra, el terrorismo y el hambre y dividido tras la asonada militar que acabó con el régimen político democráticamente elegido en las urnas.

Ante la proximidad de la cita electoral el presidente interino, Dioncunda Traoré instó una vez más a sus compatriotas a avanzar hacia la reconciliación para forjar las bases de una sociedad fuerte y un país estable.

"Todos los malienses deben mirar hacia adelante, hacia el futuro. Es necesario que los hijos de Mali se reconcilien y se perdonen. El mundo nos observa", dijo recientemente Traoré, designado jefe de Estado el 12 de abril de 2012.

El presidente se refería a la doble división política y territorial que amenaza al país. La primera, entre las fuerzas políticas favorables y contrarias al golpe de estado y los militares y, la segunda, entre los independentistas tuaregs del norte y el resto del país.

Para Amado Koita, portavoz de la plataforma anti-golpista, Frente por la Defensa de la República (FDR), las elecciones permitirán "volver a unir Mali de norte a sur y de este a oeste y emprender un nuevo camino que tranquilizará a los amigos de Mali y a la comunidad internacional".

Un comunidad internacional que hasta la intervención militar francesa del pasado enero, mostró en repetidas ocasiones su temor a una eventual ruptura del país y a la posibilidad del nacimiento de un estado de inspiración yihadista en la región septentrional de Azawad.

Precisamente, esta reconciliación, la unión del país, la refundación de la nación, el fortalecimiento de la autoridad del estado o la frágil estabilidad han sido los principales ejes de los discursos políticos lanzados por los principales candidatos electorales desde que el pasado 7 de julio arrancó la campaña.

Junto a estas prioridades, los candidatos también han hablado de empleo y de recuperación económica, en un país en el que un millón y medio de personas está en riesgo de padecer hambre y todavía hay cientos de miles de refugiados y desplazados.

La guerra del norte de Mali, que estalló en enero de 2012 y que llegó a su fin el pasado día 18 de junio con la firma de un alto el fuego entre rebeldes y autoridades forzó a 170.000 personas a refugiarse en los países vecinos y a 260.000 a huir a otras regiones del país.

Soumalia Cisse, uno de los candidatos con opciones a la victoria, aseguró a Efe que la reconstrucción de un Mali sólido es posible, y agregó que prueba de ello es el "entusiasmo que han suscitado las presidenciales y la movilización de los jóvenes y su deseo de cambio".

"No tenemos el derecho de bajar los brazos en un momento en el que todo el planeta se ha movilizado por nuestro país", subrayó.

Para el ministro de la Administración local, el Coronel Musa Sinko Coulibali, "estas elecciones son la única salida a la crisis para que nuestros hijos reanuden el camino de la escuela, para que la economía vuelva arrancar y para recuperar nuestro lugar entre las naciones del mundo democrático".

Para otros candidatos, como Choguel Kokala Maigua, del Movimiento Patriótico por la Renovación (MPR), la cita electoral "es una ocasión histórica para poner fin a la corrupción y al nepotismo, para detener la destrucción y para establecer una justicia para todos".

Omar Mariko, candidato del partido progolpista Solidaridad Africana por la Democracia y la Independencia (Sadi), propone un cambio radical para vetar de la política a "aquellos que hundieron el país en un pozo de ruina y desvergüenza", en referencia a los políticos cercanos al presidente derrocado Amado Tumani Turé.

En contrapartida, el secretario general del antigolpista Partido por el Renacimiento Nacional (Parena), Tiebile Drame, señaló al capitán Amado Haya Sanogo, cabecilla del golpe militar contra Turé, como el principal responsable de la situación que vive el país.

"Es necesario que los golpistas, con el capitán Sanogo a la cabeza, desaparezcan de la escena política", dijo Drame en relación a la gran influencia de los militares en la toma de decisiones y que quedó patente el pasado diciembre con la dimisión del entonces primer ministro Modibo Diarra por presiones directas del Ejército.

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