Manama, 7 ene.- El Tribunal de Casación de Baréin confirmó hoy las sentencias a prisión de trece dirigentes opositores y prominentes activistas, entre ellos el militante pro derechos humanos Abdelhadi al Jawaya, según informó una ONG local.
La Asociación Juvenil de Baréin para los Derechos Humanos señaló en un comunicado que la corte mantuvo la pena de cadena perpetua contra el destacado activista chií Al Jawaya, y contra otros seis opositores más, sin que la sentencia pueda ser ya recurrida ante otra instancia.
Mientras, el tribunal confirmó las condenas a entre 5 y 15 años de prisión emitidas contra otros seis activistas.
De igual forma, la Corte de Casación confirmó también las sentencias a diferentes penas de prisión emitidas en rebeldía contra otros siete opositores bareiníes.
La asociación acusó a la Justicia bareiní de no respetar a la comunidad internacional ni los resultados de la Comisión Independiente de Investigación formada a instancias del monarca bareiní, Hamad bin Isa al Jalifa.
Por ello, la ONG reclama la liberación inmediata de los líderes opositores y activistas, la persecución de los implicados en torturas y abusos, el inicio de un proyecto de reconciliación nacional que incluya compensaciones a las víctimas, y la libertad de opinión y de expresión.
La organización Amnistía Internacional también criticó la decisión del tribunal, que -en su opinión- hace "desconfiar" del sistema judicial en el país, y exigió la liberación de los encarcelados, quienes "simplemente ejercieron sus derechos de libertad de expresión y manifestación".
En un comunicado, el subdirector de Amnistía en Oriente Medio y el Norte de África, Hasiba Sahraui, destacó que "esa decisión injusta confirma el punto de vista de muchos que dicen que la judicatura está más preocupada de seguir los pasos del Gobierno que de defender la ley y los derechos de todos los bareiníes".
Baréin, un pequeño reino de mayoría chií, es escenario desde hace más de un año de continuas protestas populares para pedir reformas políticas que han sido reprimidas por la fuerza por la monarquía suní gobernante.
Según la oposición, unas 114 personas han muerto, mientras que otras mil han sido detenidas y más de 2.000 han perdido sus puestos de trabajo por participar en las protestas.
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