Ministro español viajó a Mali para tratar del secuestro de cooperantes

  • El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, viajó a Mali para reunirse con el presidente y el titular de Exteriores de ese país y tratar acerca de los cooperantes españoles secuestrados el pasado octubre en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia.

Madrid, 3 mar.- El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, viajó a Mali para reunirse con el presidente y el titular de Exteriores de ese país y tratar acerca de los cooperantes españoles secuestrados el pasado octubre en los campamentos de refugiados saharauis en Argelia.

Fuentes del Ministerio de Exteriores confirmaron hoy a Efe el viaje de García-Margallo, e insistieron en que el Gobierno continúa realizando gestiones "con la máxima discreción" para la liberación de Enric Gonyalons y Ainhoa Fernández, secuestrados por un grupo escindido de Al Qaeda del Magreb Islámico.

El viaje del ministro coincide con las noticias difundidas hoy por medios italianos y aún no confirmadas por el Gobierno de ese país sobre la liberación de la italiana Rosella Urru, que también fue secuestrada con los españoles en Tinduf.

Exteriores no concretó cuándo exactamente se ha realizado el viaje de García-Margallo, que se ha llevado a cabo "con la mayor discreción".

Las fuentes precisaron que el ministro se reunió con el presidente de Mali, Amadou Toumani Touré, y con el titular de Exteriores de este país, Soumeylou Boubeye Maiga, con quienes abordó el asunto del secuestro de los cooperantes y otros temas.

García-Margallo afirmó el pasado 15 de febrero en Argelia que el Gobierno había recibido "una prueba de vida" de estos dos cooperantes secuestrados en Tinduf, así como de las otras dos españolas secuestradas poco antes junto a la frontera con Somalia.

Además de Gonyalons y Fernández de Rincón, permanecen secuestradas las cooperantes de Médicos sin Fronteras (MSF) Blanca Thiebaut y Montserrat Serra, que fueron apresadas el pasado 13 de octubre en el campamento de refugiados de Ifo, en Dadaab (Kenia), a unos 100 kilómetros de la frontera con Somalia.

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