Bogotá, 14 ago.- El ministro colombiano del Interior, Federico Renjifo, viajó hoy a una reunión con líderes indígenas en un resguardo del suroeste del país que desde el pasado fin de semana acoge un encuentro nacional que congrega a más de 20.000 aborígenes.
Renjifo partió de Bogotá con destino a Popayán, la capital del Cauca, departamento en el que el pueblo de los nasas o paeces se declaró hace casi cinco semanas en "resistencia permanente" para exigir la salida de sus tierras de militares y guerrilleros.
El ministro tiene previsto asistir en La María, el más representativo de los resguardos de los nasas, a una reunión a la que los aborígenes habían invitado desde la semana pasada al presidente Juan Manuel Santos, cuya presencia en el lugar fue descartada desde un principio.
Un portavoz del despacho del ministro dijo a Efe por teléfono que Renjifo se desplazará por tierra a La María, resguardo de los nasas en la población de Piendamó que desde el sábado último acoge el llamado Encuentro Nacional por la Defensa de la Madre Tierra.
Más de 20.000 aborígenes, la mayoría de ellos del Cauca, asisten a esta asamblea, que fue convocada por el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), que reúne a nueve asociaciones aborígenes de la región, entre ellas la de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin, de las autoridades nasas).
El encuentro terminará hoy por la noche tras una reunión de la representación gubernamental con los líderes indígenas a la que también fueron invitados delegados de la ONU, la OEA y varios entes estatales que facilitan el diálogo entre las partes.
Las conversaciones fueron abiertas hace más de tres semanas en la localidad caucana de Santander de Quilichao y quedaron en suspenso el pasado domingo, cuando la representación del Cric y la Acin no se hizo presente en una ronda convocada en Popayán.
La situación de seguridad en la zona indígena del norte del Cauca se agravó desde comienzos de julio pasado, cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) incrementaron sus ataques y hostigamientos a bases o estaciones militares y policiales.
Los nasas se movilizaron entonces para exigir la salida de estos "actores armados", incluso con acciones de desalojo a empujones de soldados de una base rural de Toribío que poco después regresaron a sus puestos y expulsión de rebeldes de varios controles carreteros.
La retirada de militares y guerrilleros hace parte de un proyecto global de paz de esta minoría, iniciativa que también contempla que el control territorial sea asumido por la Guardia Indígena, cuyos miembros llevan bastones de madera.
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