A seis meses para las elecciones municipales, el PSOE sigue pendiente de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, designe al candidato a la alcaldía de Madrid, lo que está provocando malestar entre las bases, defensoras de las primarias y de acabar con el tradicional 'dedazo'.
"El candidato lo decidirá Pedro y luego nos lo comunicará, como se ha hecho siempre", reconoce con naturalidad un veterano socialista madrileño, mientras en el partido suenan nombres como el de la ministra de Industria, Reyes Maroto, y el delegado del Gobierno, José Manuel Rodríguez Uribes.
Para los veteranos, los que llevan toda su vida en el partido, no tiene importancia este procedimiento, pero para los jóvenes a los que Sánchez ilusionó y movilizó hace un año es esencial acabar con el "autoritarismo" orgánico y con el impulso de candidatos desde el aparato, y su opinión es la que trasciende a través de las redes sociales.
Promesas pasadas
Distintos miembros de plataformas que apoyaron a Sánchez en las primarias del año pasado a secretario general del PSOE quieren que "Pedro haga lo que prometió" y que impulse las primarias para elegir al cabeza de lista. Según su análisis, "si no hay renovación orgánica, en cuatro años el PSOE estará igual que hace dos", por lo que consideran fundamental "que se acaben las cacicadas y las tradicionales formas de hacer" que suponen un "tapón para la gente joven y formada".
Entre la militancia madrileña sostienen que al retrasar su decisión -inicialmente prevista para antes del verano y ahora con visos de postergarse a enero-, Sánchez está bloqueando la posibilidad de que haya un candidato de las bases y la elaboración de un proyecto de ciudad.
Por el contrario, otros sectores del PSOE de Madrid (PSOE-M) señalan que precisamente lo que puede generar la dilatación de la decisión de Sánchez es que haya primarias. Estos defienden que la candidatura a la alcaldía de la capital es una cuestión de interés nacional y que por eso tiene que decidirse en Ferraz. Creen que para el PSOE es importante "aguantar" y no elegir todavía a su cabeza de cartel, una vez constatado que en los últimos tiempos ha sido un error adelantarse al PP.
Entretanto, en el PSOE-M suenan nombres como el de la ministra de Industria y exdiputada de la Asamblea de Madrid, Reyes Maroto, y el delegado del Gobierno y secretario de Laicidad de la Ejecutiva Federal, José Manuel Rodríguez Uribes. Ninguno de ellos despierta entusiasmo entre los que consideran que la apuesta del PSOE no debe ser la de un "complemento" de la alcaldesa Manuela Carmena, sino la de un "perfil ganador" con el que quedar por delante de Podemos.
Desde el entorno de Sánchez señalan que en la "terna de cinco" personas que maneja el líder del PSOE no solo hay militantes socialistas, sino al menos un independiente, y reconocen que también figura una ministra.
Los que dan por descartada es la posibilidad de que la lista la encabece el exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, aunque la dirección de los socialistas madrileños confirma que "habrá conversaciones" sobre las listas con Actúa, el partido político que lideran el ex coordinador general de IU Gaspar Llamazares y el propio Garzón.
Según fuentes del PSOE-M, la indefinición de Sánchez y el hecho de que el debate esté centrado en los nombres, y no en un nuevo proyecto socialista para Madrid, está conllevando algunos movimientos de secretarios generales para presentar un candidato alternativo. Si finalmente lo hacen, el supuesto candidato de las bases se enfrentaría en primarias a la candidatura del aparato, auspiciada en esta ocasión por el propio Pedro Sánchez.
La ejecutiva de los socialistas madrileños ya ha acordado un calendario para los municipios de más de 20.000 habitantes que fija las primarias para el 17 de noviembre, la primera vuelta, y el 23, la segunda, si bien Ferraz tiene la potestad de "dejar Madrid capital para más adelante".
A seis meses para las elecciones todo apunta a que la elección de la persona que compartirá el cartel electoral del PSOE con el candidato a la Comunidad de Madrid, el independiente Ángel Gabilondo, será una decisión de Sánchez, lo que le obligará inequívocamente a responsabilizarse del resultado.
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