En una Andalucía aún en recuperación, la izquierda española da la batalla

En el corazón de la turística Andalucía, Cristian García pasa el día sentado en un banco de una plaza con sus compinches. Desempleado, votará el domingo al partido de izquierda Podemos en las legislativas españolas, con la esperanza depositada en un cambio.

A 25 km de ahí, mientras atiende su carrito de venta de golosinas y bebidas en la playa con el que a duras penas logra mantener a sus dos hijos pequeños, su esposa y su suegra, Rafael Rivera dice seguir confiando en los socialistas.

Andalucía (sur), con poblaciones que aún rozan el 40% de desempleo, es un campo de batalla clave en la pelea que libran el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos por el voto de los menos favorecidos, que podrían definir al futuro líder de la izquierda española.

Según las encuestas, en las elecciones del domingo, el PSOE podría quedar por primera vez en la historia reciente como tercera fuerza, superado por Unidos Podemos -coalición del partido antiausteridad Podemos y el pequeño partido Izquierda Unida-. En primer lugar se impondrían los conservadores del Partido Popular (PP).

"Se necesita un cambio", afirma Cristian García a la AFP, flanqueado por dos de sus amigos en un banco en la Plaza de Arenal en el centro de Jerez de la Frontera. Ninguno de los tres jóvenes de pantalón corto, camiseta y zapatos deportivos tiene empleo.

En la ciudad conocida por el vino de Jerez, la cría de caballos y grandes figuras del flamenco, "no hay trabajo. Y si se consigue, el trabajo es precario y se gana poco", dice García, de 19 años.

También dará su voto a Podemos Matías Yunes, un novel arquitecto que desde que obtuvo su título universitario hace tres años no ha conseguido más que trabajos temporales, y fuera de Jerez, la tercera ciudad española con mayor paro en 2015 (39,4%), casi el doble de la media nacional.

"Todos tenemos ganas de que haya un cambio fundamental, un cambio necesario en el sistema", señala Yunes, de 28 años, al describir el drama de sus amigos en Jerez. Muchos abandonaron la ciudad para salir a buscar empleo; otros siguen viviendo con sus padres, una situación "que en la mente te desmotiva".

Del otro lado de la calle, José Antonio Fernández dice que a sus 72 años sigue fiel a los socialistas, a quienes ha respaldado en todas las elecciones, un dato que no extraña. Durante décadas, Andalucía ha sido bastión indiscutible del PSOE.

"Yo sé que se pueden equivocar y que han robado, pero todos lo hacen, la culpa no se le puede echar a unos nada más", afirma este jubilado, que se protege del potente sol del mediodía con un sombrero y unos anteojos oscuros.

Precisamente, Andalucía fue el escenario de un gran escándalo de corrupción que golpeó al PSOE, por presunta malversación de millones de euros en ayudas públicas a empleados y empresas afectados por planes sociales.

En Sanlúcar de Barrameda, a 25 km de Jerez, Rafael Rivera también muestra su simpatía por el PSOE, mientras cuida su carrito de golosinas apostado en la playa a pocos centímetros del plácido mar, bajo un cielo azul sin una sola nube.

"Siempre ha estado por la defensa del obrero español", dice Rivera, de 36 años, al reivindicar los avances bajo gobiernos del PSOE por el estado de bienestar.

Algunos desencantados socialistas se pasan a filas conservadoras.

"Yo soy del PSOE en realidad, pero ahora mismo voy a votar al PP, porque me parece que es el que va a conseguir dinero y el que va a meter trabajo", señala Alejandro Alonso, que colabora con su familia en un puesto de venta de flores en la calle, al no encontrar trabaja en su área de reparación de coches.

"Soy un hippie que vota al PP, qué voy a hacer", dice entre risas Alonso, de 32 años, pelo largo, barba y piercing en la ceja.

Al tanto de la importancia de Andalucía, la comunidad autónoma con más escaños en el Parlamento -61 de 350-, los partidos han cortejado activamente la región.

"Estoy convencido de que la gente es consciente del momento histórico y eso le da ilusión a la gente", afirma a la AFP Juan Antonio Delgado, quién obtuvo allí un escaño en las legislativas de diciembre con Podemos, seguro de que la formación ganará terreno.

"Tengan cuidado con vender la piel de los socialistas antes de cazarla", ha advertido de su lado la jefa socialista del Ejecutivo andaluz, Susana Díaz.

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