Elecciones en Haití, un largo proceso salpicado por la crisis

Más de un año y medio después de iniciar un proceso electoral, 6,2 millones de haitianos están convocados a las urnas este domingo para elegir a su presidente, diputados y senadores.

A inicios de 2015, Haití arrancó una maratón electoral con el objetivo de elegir en tres jornadas a alcaldes, diputados, dos tercios del Senado y al nuevo presidente.

Pero la primera vuelta de las elecciones legislativas, en agosto de ese año, estuvo marcada por episodios de violencia y las elecciones fueron anuladas en un cuarto de las circunscripciones.

Aunque la segunda jornada electoral, el 25 de octubre de 2015, se desarrolló sin incidentes mayores, los resultados de la primera vuelta presidencial fueron impugnados. Una comisión independiente de evaluación electoral reveló "fraudes masivos" y las autoridades anularon las presidenciales.

Una nueva votación se fijó para el 9 de octubre pasado, pero fue postergada tras el devastador paso del huracán Matthew cinco días antes, que dejó 546 muertos en este empobrecido país. Entonces, las dos vueltas presidenciales fueron reprogramadas para este 20 de noviembre y el 29 de enero de 2017.

27 candidatos se disputan la presidencia, con un mandato de cinco años a partir del 7 de febrero de 2017.

En los distritos donde la votación fue anulada en 2015, hay 52 aspirantes a los 25 cargos de diputados y 16 asientos en el Senado están vacantes, mientras que en sólo uno de los 145 municipios del país habrá una nueva elección local.

Jovenel Moïse, de 48 años, ganó las elecciones anuladas en 2015. El expresidente Michel Martelly lo eligió para representar a su partido, el PHTK (Partido Haitiano Tèt kale), una designación que marcó el inicio de la carrera política de este empresario agrícola.

Jude Célestin calificó de "farsa ridícula" los resultados de 2015 tras quedar en segundo lugar. En 2010 ya se había postulado a la presidencia y actualmente es candidato por Lapeh, la Liga Alternativa para el Progreso y la Emancipación haitiana.

El único candidato que se reivindica de derecha, Moïse Jean-Charles, de 49 años, obtuvo su reputación política como un duro detractor de Martelly desde su asiento en el Senado y participando regularmente en manifestaciones de la oposición. Encabeza el partido Piti Dessalines, que en creole significa "hijos de Dessalines", uno de los héroes nacionales de la independencia.

Maryse Narcisse, de 57 años, es una de las únicas dos mujeres en liza por la presidencia. Médica de carrera, se convirtió en portavoz del expresidente Jean-Bertrand Aristide, después de que éste partiera al exilio en 2004. Representa al partido Fanmi Lavalas, aún liderado por Aristide, quien volvió al país en marzo de 2011 y es venerado en los barrios más pobres de la capital.

Más de 9.400 policías nacionales fueron movilizados para garantizar la seguridad durante la jornada electoral, y serán apoyados por otros 1.400 policías de la misión de la ONU en Haití, que también desplegó un 80% de su fuerza militar.

Más de 4.200 observadores nacionales fueron acreditados. También fueron habilitados para vigilar las votaciones cerca de 400 observadores internacionales, principalmente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Comunidad del Caribe (Caricom).

De su lado, la Unión Europea (UE), que había enviado 60 observadores en 2015, concluyó su misión en Haití después de la anulación de la primera vuelta presidencial. La decisión iba "en contra de sus conclusiones", según la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini. Sólo un puñado de expertos electorales y diplomáticos de la UE serán desplegados en esta ocasión en los colegios electorales.

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