Investigadores de EEUU realizaron escuchas a Manafort antes y después de las elecciones de 2016

  • Investigadores de Estados Unidos realizaron escuchas a Paul Manafort, quien fuera jefe de campaña del presidente estadounidense, Donald Trump, antes y después de las elecciones de 2016 y según órdenes judiciales secretas, según ha informado este lunes la cadena de televisión CNN.
EUROPA PRESS

Las escuchas, que habrían continuado después de que dejara de ser jefe de campaña pero mantuviera aún contactos con Trump, incluyen comunicaciones que desencadenaron preocupaciones sobre la supuesta ayuda pedida por Manafort a Rusia para que ayudara durante la campaña, si bien fuentes citadas por la CNN han resaltado que estas pruebas no son concluyentes.

Los detalles de estas comunicaciones han sido facilitados al equipo de Robert Mueller, el fiscal especial que investiga la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales del año pasado en el país norteamericano.

La orden secreta que autorizó las escuchas fue emitida bajo el Acta de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) después de que Manafort fuera objeto de una investigación del FBI en 2014.

Dicha investigación se centró en el trabajo de un grupo de consultoras estadounidenses para el partido del expresidente ucraniano Viktor Yanukovich.

Las escuchas se suspendieron en 2016 por falta de pruebas, si bien fueron retomadas ese mismo año tras una nueva orden de la FISA que las extendió hasta principios de este año.

Fuentes citadas por la CNN han indicado que la segunda orden fue parte de los esfuerzos del FBI para investigar los lazos entre miembros de la campaña de Trump y supuestos operativos rusos.

Las conversaciones entre Manafort y Trump continuaron después de que éste asumiera el cargo, si bien no está claro si se interceptaron conversaciones en las que participara el presidente.

Tanto la Casa Blanca como un portavoz de Manafort han declinado pronunciarse por el momento sobre estas informaciones.

Mueller ha aumentado la presión judicial sobre Manafort hasta tal punto que el entorno del jefe de campaña cree que podría ampliar el caso a aspectos profesionales y personales.

En julio, el FBI registró una casa de Virginia que pertenece a Manafort en relación con las investigaciones por la supuesta injerencia de Rusia, un día después de que compareciera voluntariamente ante la Comisión de Inteligencia del Senado por este asunto.

El objetivo del registro era incautarse de documentos que Manafort estaría reteniendo a pesar de que ha entregado diverso material a las autoridades que investigan las conexiones del equipo de Trump con el Kremlin.

Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos afirmaron en un informe postelectoral que Rusia había influido en los comicios para decantar la victoria de Trump. Sin embargo, el Gobierno de Vladimir Putin lo ha negado una y otra vez.

Personas muy cercanas a Trump, entre ellas su hijo mayor, han reconocido que se reunieron con oficiales rusos en el marco de la campaña electoral de 2016, lo que derivado en investigaciones judiciales y en el Congreso.

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