Carmona se da una segunda oportunidad

  • Hace poco más de diez años, 27 avales dejaron fuera de la carrera por liderar el PSOE madrileño al hoy diputado regional y secretario de Economía del PSM, Antonio Miguel Carmona, que cosechó un centenar de apoyos entre los delegados pero no alcanzó el 25 % que le hubiera permitido evitar la elección por candidatura única de Rafael Simancas.

Evaristo Amado

Madrid, 22 sep.- Hace poco más de diez años, 27 avales dejaron fuera de la carrera por liderar el PSOE madrileño al hoy diputado regional y secretario de Economía del PSM, Antonio Miguel Carmona, que cosechó un centenar de apoyos entre los delegados pero no alcanzó el 25 % que le hubiera permitido evitar la elección por candidatura única de Rafael Simancas.

Diez años después, Carmona (Madrid, 1963) ha anunciado hoy por fin, tras meses de conjeturas, que será candidato en las primarias socialistas del próximo 19 de octubre para elegir al cartel electoral del PSM a la Alcaldía de Madrid.

Y lo ha hecho en un contexto en el que las encuestas tienen buenas y malas noticias para su partido: la dificultad del PP para repetir mayoría absoluta y la irrupción de Podemos como segunda fuerza política.

Profesor universitario en la pública -Complutense- y en la privada -CEU San Pablo-, veterano de las tertulias televisivas y muy cercano al actual secretario general del PSM, Tomás Gómez, y según dice él mismo también al líder del partido, Pedro Sánchez, Carmona se considera un "periodista frustrado" y, de hecho, es fundador y director de una publicación digital, Diario Progresista.

Precisamente en este medio, el día de San Isidro de 2013, el hoy candidato a las primarias municipales del PSM publicó un artículo que hizo saltar las primeras noticias sobre sus posibles intenciones de dejar la Asamblea de Madrid para pelear por el despacho principal del Palacio de Cibeles.

Entonces, Carmona defendió "una alternativa seria y candidatos nuevos" para conformar una "alternativa creíble" del PSOE para el Gobierno municipal.

El entonces líder del conocido como sector "socialdemócrata" del PSM-PSOE se vinculó a Tomás Gómez en 2007 cuando anunció, en pleno clima de división interna -él mismo había pedido la dimisión de Simancas tras una derrota electoral-, que renunciaba a ser candidato para apoyar "a título personal" al actual secretario general.

Unos meses después, con la división del partido en cuatro facciones superada, entró en la ejecutiva liderada por Gómez, que lo incluyó en el Comité Electoral.

El ascenso en la estructura de la dirección regional de Carmona, socialdemócrata y republicano confeso, se completó en 2012 cuando fue nombrado secretario de Política Económica y Empleo y Tomás Gómez lo aupó a su círculo más cerrado de colaboradores.

Hábil orador y duro de pelar en el cara a cara parlamentario, algo que reconocen incluso sus rivales, también ha sufrido serios "resbalones" dialécticos, como cuando tuvo que dimitir como diputado regional en 2002 tras la polémica suscitada a causa de unas declaraciones suyas en las que bromeaba sobre las posibilidades electorales del PSOE tras el hundimiento del Prestige: "Y si hace falta, hundimos otro barco".

Muy activo en los últimos meses con una especie de agenda paralela al portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky -ya finalmente fuera de la carrera-, Carmona ha conseguido incluso el apoyo del expresidente del Congreso José Bono y el reconocimiento de una posible rival a la Alcaldía, Esperanza Aguirre, que lo ha calificado de "adversario respetable".

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