Bachelet, en busca de la popularidad perdida

Un año después del escándalo de corrupción que protagonizaron su hijo y su nuera, la presidenta socialista chilena Michelle Bachelet cumplirá el viernes la mitad de su mandato, luchando por recobrar la popularidad perdida, aunque analistas sostienen que el daño causado es "irreversible".

Si hace un año -tras destaparse el millonario negocio inmobiliario concretado por su hijo mayor, Sebastián Dávalos, y su nuera Natalia Compagnon- sus asesores reconocían que la mandataria estaba "devastada" hoy Bachelet ha vuelto a sonreír en sus actividades públicas.

En medio de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el lunes en el palacio presidencial, la mandataria brincó de su asiento y se puso a bailar en cuanto una banda de cumbia compuesta solo por mujeres comenzó a interpretar "Solo se vive una vez".

Ya antes en su discurso había dado muestras de su renovado humor, contando una anécdota sobre su primera incursión electoral, cuando compitió por la alcaldía de una de las comunas más ricas de Santiago y apenas obtuvo votos.

Una vez en el gobierno volvió a visitar el lugar, teniendo su pequeña revancha: "Vieron cómo se equivocaron", les dijo Bachelet a sus antiguos esquivos electores, según relató entre risas a las centenares de mujeres que la escuchaban como en su mejor época, cuando su popularidad parecía imbatible.

Con el respaldo de un 27% de la opinión pública, apenas tres puntos por arriba de su momento histórico más bajo -un 24% en diciembre pasado- y muy lejos del 84% con el que terminó su primer mandato (2016-2010), Bachelet cumplirá el viernes dos años en el poder, llegando a la mitad de su mandato de cuatro años.

Más repuesta emocionalmente, no ha logrado sin embargo cosechar los frutos de la implementación de una de sus reformas más emblemáticas: la gratuidad en la educación.

Los primeros estudiantes chilenos en estudiar gratis en 35 años se matricularon en enero en las universidades, haciendo realidad el extendido reclamo expresado en las calles en uno de los países con los aranceles educativos más caros del planeta en comparación al nivel de vida.

Pero la ansiada implementación de "la gratuidad no ha empujado la aprobación a los niveles que ella pensó o que su grupo de asesores imaginó", dijo a la AFP el analista político de la Universidad Diego Portales Mauricio Morales.

El daño del "Caso Caval" -como bautizó la prensa a este episodio de corrupción por el nombre de la empresa que concretó el negocio-, pareciera irreversible.

"Ya no hay forma de que Bachelet tenga un segundo gobierno más exitoso que el primero. El principal legado de su segundo periodo va a ser el escándalo Caval", dijo a la AFP el politólogo de la Universidad de Nueva York Patricio Navia.

"Es daño es irreversible", complementó Mauricio Morales.

El escándalo estalló en febrero del año pasado, en momentos en que el gobierno de Bachelet celebraba haber sacado adelante una reforma al sistema electoral legado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y otra sobre inclusión escolar.

Cuando aún no terminaban los festejos, se reveló el millonario negocio concretado por la empresa Caval tras comprar varios predios agrícolas en Machalí (sur), que luego vendió ganando unos cuatro millones de dólares.

Para concretar la operación, Dávalos y Compagnon obtuvieron un crédito de 10 millones de dólares en medio de la campaña electoral para la reelección de Bachelet.

Hasta ahora la mandataria no aparece vinculada. Su nuera fue imputada por delitos tributarios a fines de enero, mientras que su hijo sigue bajo investigación.

La justicia tiene un año para realizar la investigación, antes de celebrar el juicio que podría extenderse por otro año más, lo mismo que le queda a Bachelet de mandato, que finaliza en marzo de 2018.

A este caso se suman la desaceleración económica y el creciente clima de desconfianza por una serie de casos de corrupción política y empresarial.

Las elecciones municipales de octubre serán sin duda un barómetro de su popularidad, un año antes de los comicios generales.

"Bachelet tendrá que conformarse con ser una presidenta que será recordada por un segundo periodo menos exitoso que el primero, con el escándalo Caval como el símbolo de lo que fue su segundo gobierno", predice Patricio Navia.

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