Los moderados parten con buen pie para segunda vuelta de legislativas en Irán

Los iraníes acuden a las urnas el viernes para la segunda vuelta de las legislativas, en las que los moderados y reformistas que apoyan al presidente Hasan Rohani esperan confirmar sus buenos resultados de la primera ronda.

La campaña electoral terminará el jueves por la mañana sin haber suscitado gran entusiasmo en las ciudades y regiones que elegirán a 68 diputados de los 290 del parlamento.

Los votantes de las grandes urbes como Tabriz (noroeste) o Shiraz (sur) vuelven a las urnas, pero no así los de la capital, Teherán, donde los moderados y reformistas ya se hicieron con los 30 escaños en la primera vuelta, arrebatándoselos a los conservadores.

"Irán no es sólo Teherán", recordó el líder de la coalición conservadora, Gholam-Ali Hadad Adel, que pide un voto acorde "con los objetivos" del padre de la revolución islámica, el imán Jomeini, y de su sucesor, el ayatolá Ali Jamenei.

En el interior los resultados de la primera vuelta han sido mas equilibrados. Los moderados y reformistas no han logrado una mayoría en el parlamento, pero tampoco los conservadores pese a tenerla en el anterior.

De los 290 escaños, 103 recayeron en los conservadores o afines, 95 en los reformistas-moderados o formaciones próximas a ellos y 14 en independientes con orientación política indefinida.

Cuatro conservadores moderados apoyados por los reformistas y cinco representantes de las minorías religiosas sin una afiliación política clara también resultaron elegidos el 26 de febrero.

Quedan 69 escaños por otorgar. En una circunscripción los comicios se invalidaron por lo que se celebrarán posteriormente.

La mayoría de los ultraconservadores perdieron en la primera vuelta y ahora se tiende a una asamblea dominada por reformistas y moderados pro-Rohani y por conservadores pragmáticos que podrían brindar su apoyo a la política aperturista del presidente.

Es el caso del presidente del parlamento saliente Ali Larijani, un conservador moderado que ha defendido el acuerdo histórico del 14 de julio de 2015 sobre el programa nuclear iraní concluido entre Teherán y las grandes potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania).

Después de la primera vuelta, Larijani pidió una "convergencia" de fuerzas "para hacer avanzar los objetivos" de Irán.

El expresidente reformista Mohamad Jatami (1997-2005) hizo un llamamiento a concretar "la esperanza" surgida de la primera vuelta.

Las elecciones se celebran un año antes de las presidenciales de 2017, en las que se cree que Rohani se presentará para un segundo mandato. El presidente confía en que el acuerdo sobre el programa nuclear reduzca el desempleo que afecta al 11% de la población activa.

Los resultados se hacen esperar tres meses después de la entrada en vigor del acuerdo y del levantamiento de la mayor parte de las sanciones internacionales que asfixiaban a la economía.

El guía supremo Alí Jamenei, quien pidió resultados "tangibles", acusó al "enemigo" histórico, Estados Unidos, de presionar a los países europeos para impedir que Irán se beneficie del acuerdo e instó a sus conciudadanos a dar prioridad "a la economía de resistencia" centrada en la producción nacional.

A los bancos europeos les cuesta apostar por Irán por miedo a posibles represalias de Washington, que aplica sanciones al país por las violaciones de los derechos humanos y por su presunto apoyo a organizaciones "terroristas", además de las impuestas por el programa balístico.

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