Mujica, forzado a lograr pactos con el heterogéneo bloque oficialista

  • Montevideo.- Tras el histórico triunfo de 2004, la izquierda uruguaya inicia el lunes su segundo mandato consecutivo de la mano del veterano José Mujica, cuya principal tarea será lograr pactos con la heterogénea coalición oficialista, donde coexisten desde comunistas y ex guerrilleros hasta demócratas cristianos.

Mujica, forzado a lograr pactos con el heterogéneo bloque oficialista
Mujica, forzado a lograr pactos con el heterogéneo bloque oficialista

Montevideo.- Tras el histórico triunfo de 2004, la izquierda uruguaya inicia el lunes su segundo mandato consecutivo de la mano del veterano José Mujica, cuya principal tarea será lograr pactos con la heterogénea coalición oficialista, donde coexisten desde comunistas y ex guerrilleros hasta demócratas cristianos.

"Si quiere tener gobernabilidad tiene que pactar constantemente con el Frente Amplio (FA) y el MPP (Movimiento de Participación Popular)", dijo hoy a Efe el analista Adolfo Garcés, investigador del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de la República.

El FA, fundado en 1971, es la coalición que ha llevado al poder al socialista Vázquez y al ex guerrillero Mujica. Actualmente está liderada por el MPP, la corriente del futuro presidente.

Según Garcé, "Vázquez había construido su liderazgo en el Frente Amplio durante una década", algo que Mujica no puede decir. Por eso "está obligado a negociar con el ala izquierda y el ala derecha" de la agrupación.

"La relación con la oposición es secundaria", remata el experto, al recordar que el bloque oficialista tiene mayoría en el Parlamento por el difícil momento que atraviesan los partidos tradicionales, El Colorado y el Nacional (Blanco).

Mujica, un ex guerrillero que pasó trece años de su vida en la cárcel antes y durante la dictadura militar (1973-1985) por su pertenencia al Movimiento de Liberación-Tupamaros, se incorporó a la vida política democrática en 1989 al fundar el MPP con otros ex compañeros de lucha armada.

Además de llegar a ser diputado y senador, en la gestión de Vázquez fue ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.

Abandonó el cargo para enfrentarse en las internas del FA a Danilo Astori, ministro de Economía de Vázquez, delfín del presidente saliente y representante del ala moderada de la organización. El lunes, Astori se convertirá en su vicepresidente.

Uno de los principales caballos de batalla para Mujica será la reforma del Estado, que el próximo gobernante ya se ha atrevido a plantear, en medio de fuertes reticencias de los funcionarios en un país con un alto nivel de burocracia.

La relación con los sindicatos será otro hueso duro de roer, como quedó de manifiesto recientemente cuando dos líderes de la principal central sindical de Uruguay, el Plenario Intersindical-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), lo criticaron por aceptar el patrocinio empresarial de parte de los actos de investidura.

En opinión de Garcé, lo sucedido "es una señal perfecta del tipo de tormentas que va a tener". "Cada vez que se aleje de la tradición frenteamplista va a tener choques", argumentó el experto.

Curiosamente fue con los empresarios nacionales y extranjeros, y no con los sindicatos, con los que Mujica tuvo su primer acto importante como presidente electo: un encuentro en el balneario de Punta del Este en el que mostró una sintonía inesperada con esos sectores gracias a un discurso atractivo para los inversores.

"Fue bastante más de lo que nosotros mismos pensamos en cuanto a economía de mercado", opinó al respecto en una entrevista con Efe el ex presidente Julio María Sanguinetti, que gobernó de 1985 a 1990 y de 1995 a 2000 con el Partido Colorado, bloque hegemónico en el país durante casi un siglo y medio.

A pesar de estos signos, el futuro ministro de Interior, Eduardo Bonomi, considerado uno de los más cercanos colaboradores del ex guerrillero, es optimista sobre el control del bloque oficialista.

"Ese tipo de deuda con esos sectores son precisamente las prioridades" del próximo gobierno, dijo a Efe.

El FA, recordó, "existe desde hace 39 años" y su principal éxito radica en que "elaboró una forma de relación interna que para muchos no es comprensible" pero que "es un elemento de identidad muy fuerte".

"Surge como coalición y movimiento que se expresa a través de un comité de base, que era la base social del Frente. Hay gente que pertenece a una organización del Frente, pero primero es frenteamplista", señaló.

Garcé opinó, además, que con los grupos que forman el FA puede haber "fricciones", pero no "dramas", porque Mujica "no es un recién llegado a la política" y el pragmatismo es una de sus virtudes.

Para Sanguinetti, un bloque tan heterogéneo "nunca es fácil de administrar", pero el poder siempre es "una convocatoria fuerte, especialmente para grupos y partidos que han estado lejos de él durante muchos años y que encuentran allí un factor aglutinante".

"El tiempo dirá", concluyó.

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