La pérdida de votos socialistas hace que Pedro Sánchez proponga un plan económico para Grecia

    • El secretario del PSOE Pedro Sánchez continúa en su intensa búsqueda por conseguir popularidad y aprobación entre sus electores.
    • La situación política de Grecia preocupa especialmente a Sánchez no sólo por el impacto que puedan tener las elecciones en la economía europea.

Desde el punto de vista político, Grecia representa en el contexto europeo algo más que un país en crisis. Para muchos ciudadanos europeos, especialmente de los países periféricos, es la primera víctima de las políticas de austeridad. La primera, que no la única.

Tras las duras condiciones impuestas a los griegos, portugueses y españoles han visto en el caso griego la personificación del refrán: "Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar".

En particular, los socialdemócratas europeos tienen un motivo añadido de preocupación. Su filial griega, el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), se hundió tras la ejecución de los planes de austeridad impuestos desde Europa. Pasó del 43,9 por ciento de los votos a reunir sólo el 13 por ciento.

¿Qué sucedió? Aparte del desgaste de un gobierno envuelto en una durísima crisis económica, que incluyó huelgas generales y multitud de disturbios, sus electores encontraron acomodo en una nueva formación de izquierdas, que había agrupado a diversas formaciones del socialismo democrático, entre ellos ecologistas, eurocomunistas e incluso euroescépticos.

Este fenómeno no pasó inadvertido para los fundadores del nuevo partido español Podemos. No en vano, tras su irrupción en la política nacional en las elecciones europeas del pasado mayo, Podemos se ha hecho constante eco en España del discurso de Syriza. La sede de Syriza en Atenas fue la primera visita internacional que hizo la representación española de Podemos.

Tampoco fue por casualidad la presencia del líder de Syriza, Alexis Tsipras en el congreso fundacional del Podemos en Madrid.Preocupación en el PSOE

El ascenso de la nueva izquierda griega y española ha corrido en paralelo a la pérdida de confianza de los tradicionales partidos socialistas de ambos países. En España ha coincidido con una crisis de liderazgo y el surgimiento de diversos protagonistas. Que Pedro Sánchez se haya impuesto a Eduardo Madina, su rival en las primarias por el secretariado del PSOE, no significa que haya logrado consolidar su figura en el partido. Aún se oyen voces que apuestan por la opción de la presidenta andaluza, Susana Díaz, como candidata a la presidencia del Gobierno para las próximas elecciones generales del próximo otoño.

Los sondeos electorales, tanto públicos como privados, no pronostican un futuro halagüeño para el PSOE. No sólo no consigue arrebatar la primera posición a su sempiterno adversario, el Partido Popular, sino que queda relegado a la tercera posición en intención de voto.

Pedro Sánchez sabe que hay algo más en juego que el futuro de su propio liderazgo: la posición del PSOE como alternativa de Gobierno. En mayo se enfrenta a sus primeras elecciones, en este caso municipales, como capitán de la nave socialista. Su principal objetivo en estos meses previos se centra en tapar los agujeros por los que se escapa su caudal de votos de centro izquierda.El golpe de mayo de 2010

Los socialistas aún resienten el golpe que recibió España en mayo de 2010, y no olvidan que fue ejecutado por el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. Aquellas medidas de austeridad, impuestas por Europa con el aval explícito de Estados Unidos, iniciaron un empobrecimiento progresivo de las clases trabajadoras españolas, que se agudizó con Mariano Rajoy.

Los socialistas no se han recuperado de aquel golpe, que tuvo su expresión electoral en las últimas elecciones generales de noviembre de 2011, donde el PSOE obtuvo el peor resultado de su historia.

Consciente de ello, Pedro Sánchez ha intentado marcar distancias con esas políticas, a pesar de caer incluso de flagrantes contradicciones. Llegó a rechazar la aprobación de la reforma constitucional sobre el techo de gasto a la que él mismo había otorgado su voto favorable siendo diputado.

En sus intervenciones parlamentarias, ha fustigado al presidente por los sucesivos recortes económicos. Ha llegado incluso a tildarle de "franquista" por aprobar una nueva ley de seguridad que facilita la acción policial ante manifestaciones ilegales y disturbios callejeros.Eurobonos para Grecia

Su última medida ha sido anunciada este jueves 9 de enero, recuperando la antigua propuesta de mutualizar la deuda pública en Europa y emitir eurobonos en la zona euro. Esta sería, según los socialistas, una solución a medio plazo para Grecia. O sea, una propuesta socialdemócrata que pretende liderar a nivel europeo.

En línea con lo que proponen destacadas figuras de la política griega, Sánchez quiere flexibilizar las condiciones impuestas a Grecia para pagar su deuda, alargando los plazos de pago y rebajando tipos de interés.

Sánchez propone crear un fondo de amortización de la deuda que agrupe toda la deuda pública de los países miembros que supere el 60 por ciento del PIB.

El líder socialista ha criticado que el debate de los eurobonos haya desaparecido de la política europea. El próximo 28 de enero tiene previsto exponer sus propuestas económicas ante el plenario del Partido de los Socialistas Europeos.

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