2013, el último año de españa en la guerra de afganistán


Este 2013 marca el inicio de la salida del grueso de las tropas españolas en Afganistán, un repliegue que el Gobierno ha decidido acelerar y con el que dentro de doce meses España habrá retirado el 75 por ciento de sus efectivos y habrá abandonado la provincia de Badghis, su bastión en el país asiático. Replegados con cerca de 400 efectivos en la base-aeropuerto de Herat, la guerra de España en Afganistán estará prácticamente acabada.
El repliegue comenzó oficialmente el pasado mes de noviembre, cuando, aprovechando la rotación entre la Brigada Paracaidista (Bripac) y la Brigada Ligera Aéreo transportable (Brilat), se realizó una primera reducción de tropas, con un 10 por ciento de efectivos menos. Dentro de este proceso, España ha transferido ya, al menos sobre el papel, el liderazgo de la seguridad en la provincia de Badghis a las fuerzas afganas.
El proceso continuará sin descanso en los primeros meses de este año, cuando las fuerzas españolas en Afganistán abandonarán las bases avanzadas de combate situadas en Ludina y Moqur, al norte de la provincia de Badghis y donde en la actualidad viven cerca de 500 militares. La base de Ludina será entregada a las autoridades afganas en los primeros meses de 2013 –junto con la pequeña base de patrulla situada a unos 14 kilómetros-, mientras que la posición de Moqur será transferida en el segundo trimestre del año.
La culminación de este proceso de retirada tendrá lugar antes de la llegada del próximo invierno, cuando España tiene previsto traspasar a las fuerzas afganas su principal base en el país, el fortín situado en Qala-i-Naw, la capital de la provincia de Badghis. De esta forma, para finales de 2013 solo permanecerán en Afganistán en torno 400 militares españoles, frente a los más de 1.500 que hay desplegados en la actualidad, y todos ellos estarán acantonados en la relativa seguridad de la base de Herat.
PASO PELIGROSO
Uno de los problemas que plantea la salida de la provincia Badghis es que casi todo el material - cerca de 200 vehículos y alrededor de 600 contenedores- deberá discurrir por vía terrestre por el peligroso paso de Sabzak en su camino hacia Herat. En el paso de Sabzak, a 2.000 metros de altura, ha habido actividad constante de los talibanes.
El mando de la Región Oeste de la misión de la OTAN (ISAF) ya está estudiando este problema, para el que se barajan varias soluciones.
Se prevé la realización de operaciones de "limpieza de ruta" y los convoyes de material que abandonen Badghis serán asistidos por fuerzas de protección. Además, se contará con la vigilancia de los aviones no tripulados y podría desplegarse un apoyo aéreo por parte de la coalición si fuese necesario. España enviará además a Afganistán tres helicópteros Cougar para dar protección a las tropas en su salida de la provincia de Badghis.
PROMESA DE RAJOY A KARZAI
La primera visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a Afganistán, que tuvo lugar el pasado 22 de diciembre, ha servido para confirmar lo que ya muchos se barruntaban. España permanecerá en Herat más allá del final de la misión de la OTAN (ISAF), fijado para el 31 de diciembre de 2014.
Rajoy se comprometió con el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, a que a partir de esa fecha militares españoles seguirán encargándose de los dos principales servicios de esta base: el hospital, un lujo tecnológico en estas latitudes, y el aeropuerto, un elemento clave y para el que todavía no se han podido formar a controladores afganos suficientemente preparados.
Herat será una de las bases de la futura misión de asesoramiento e instrucción (ITAAM), que ya planea la OTAN. Aunque todavía no se ha cuantificado el número de efectivos que permanecerán en el país asiático más allá de 2014, parece probable que, además de los militares necesarios para operar el aeropuerto y el hospital, haya más españoles desplegados en Herat para dar seguridad a estos elementos.

Mostrar comentarios