Shinseki, el general disciplinado que rechazaba los focos

  • Eric Shinseki, que hoy dimitió como secretario de Asuntos de Veteranos de EE.UU. en medio de un escándalo, es un prestigioso general retirado de cuatro estrellas valorado por sus múltiples servicios y su respeto a la institución militar, a la que ha dedicado su vida.

Washington, 30 may.- Eric Shinseki, que hoy dimitió como secretario de Asuntos de Veteranos de EE.UU. en medio de un escándalo, es un prestigioso general retirado de cuatro estrellas valorado por sus múltiples servicios y su respeto a la institución militar, a la que ha dedicado su vida.

Entre otras condecoraciones, Shinseki, de 71 años, cuenta con la medalla del Corazón Púrpura por haber sido herido en un acto de servicio durante la guerra de Vietnam, en 1971, cuando la explosión de una mina le ocasionó la amputación del pie derecho.

Nacido en Hawai en el seno de una familia de origen japonés un año después del ataque a Pearl Harbour, se graduó en la prestigiosa academia militar de West Point en 1965, a la que años después regresó como profesor.

Tras su vuelta de Vietnam fue escalando puestos en el mando militar y en 1994 el presidente Bill Clinton lo nombró responsable del mando militar de Estados Unidos en Europa.

Desde ese puesto, Shinseki coordinó las fuerzas de la Alianza Atlántica en Europa Central y la misión de paz en Bosnia-Herzegovina tras el conflicto de los Balcanes.

A continuación, fue designado comandante en jefe del Ejército de Tierra de Estados Unidos, cargo que desempeñó de 1999 a 2003.

En ese año, se produjo otro de los momentos que definieron su carrera castrense: su llamada a testificar ante el Congreso un mes antes de la invasión militar estadounidense a Irak.

Preguntado por el número de tropas necesarias para asegurar Irak, Shinseki hizo honor a su reputación de hablar directo y aseguró que "algo en el orden de varios cientos de miles de soldados".

La cifra era muy superior a la barajada por la Administración del entonces presidente George W. Bush., y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, calificó la estimación como muy lejos de la realidad.

Finalmente, y tras diez años de guerra, los analistas militares consideran que lo propuesto por Shinseki era acertado ante las dificultades enfrentadas por EE.UU. en Irak y la ola de violencia que asoló a ese país tras la invasión.

En 2003, en su discurso de salida del Ejército después de 38 años de servicio, se definió como un "soldado".

Tras retirarse, en 2008, fue designado secretario para Asuntos de Veteranos por el presidente Barack Obama, quien destacó en la ceremonia que Shinseki, casado y con dos hijos, era un hombre que siempre se había mantenido "fiel a sus principios".

Conocido por su gusto por el bajo perfil, Shinseki, que dimitió en medio del escándalo por los retrasos en la atención a los pacientes que se dan en los hospitales de veteranos de EE.UU., podrá volver a su vida tranquila tras unas agotadoras semanas de creciente presión política y mediática.

En declaraciones a la cadena CNN, Rollie Stichweh, con quien se graduó en West Point, reconoció el poco interés por los focos de su amigo.

"Ric es tranquilo. Nunca ha sido extravertido. Odia ser el centro de atención", subrayó Stichweh.

En su último discurso antes de presentar su dimisión por el escándalo de las listas de espera ocultas en varios hospitales de veteranos, Shinseki pidió disculpas y reconoció que lo ocurrido era "indefendible".

"No puedo explicar la falta de integridad entre algunos de los directores de nuestras instalaciones. Ésto es algo que no he visto durante 38 años de uniforme", afirmó.

No obstante, en el ámbito militar se achacó a Shinseki su poca vehemencia como una de las causas de no haber podido resolver el problema.

"Shinseki ha sido habitualmente reconocido como un líder que utiliza su influencia lejos del ojo público. Desgraciadamente, ese es simplemente el estilo equivocado para lo que el departamento necesita: un activo y altamente visible jefe que exige reformas públicamente y detalla sin rodeos los recursos necesarios para aplicarlas", indicó un editorial del influyente semanario Army Times.

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