El campo argentino retoma las protestas con una nueva huelga comercial

  • Buenos Aires, 20 feb (EFE).- Los productores rurales de Argentina iniciaron hoy una huelga de comercialización de ganado y granos, en lo que constituye un retorno al enfrentamiento con el Gobierno de Cristina Fernández que el pasado año causó la primera crisis interna del Ejecutivo.

Buenos Aires, 20 feb (EFE).- Los productores rurales de Argentina iniciaron hoy una huelga de comercialización de ganado y granos, en lo que constituye un retorno al enfrentamiento con el Gobierno de Cristina Fernández que el pasado año causó la primera crisis interna del Ejecutivo.

La huelga comercial comenzó con un acto masivo encabezado por los líderes de las patronales agrarias en Leones (provincia de Córdoba, centro del país), la "capital nacional del trigo", uno de los cultivos más castigados por la severa sequía que azota a los campos.

El golpe económico por la sequía es solo una de las cuentas del rosario de quejas que hoy repitió el sector rural en Leones, donde los dirigentes rurales reiteraron su pedido al Gobierno para que baje los impuestos a las exportaciones de granos.

"Tenemos muchísimos problemas, cuando comparamos las producciones vemos que se deterioraron, por el clima una parte, pero en gran parte por las políticas equivocadas que lleva adelante este Gobierno", denunció Mario Llambias, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas.

"Esto que empezó como un reclamo agropecuario, tiene que seguir como un reclamo nacional", insistió.

En los mismos términos se pronunció el presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, quien criticó las prácticas "centralistas" del Ejecutivo.

"No se trata de desestabilizar a nadie, ni de ser parte de una conspiración, de ningún golpe ni cosas que se le parezcan, se trata de recuperar las posibilidades y las perspectivas del país", agregó.

Los dirigentes agrarios pidieron diálogo sin condicionamientos y flexibilidad en el esquema impositivo, detonante del conflicto entre el campo y el Gobierno en marzo de 2008.

En aquella ocasión, el Gobierno perdió el pulso con el campo y tuvo que retirar un incremento en los impuestos a las exportaciones y regresar a la vieja normativa, que ahora también es rechazada por los productores.

Según las cuatro grandes patronales agrarias del país, que representan a unos 290.000 productores, la situación del sector es "crítica" no solo por los impuestos a las exportaciones, sino también por la caída de los precios internacionales de los granos, el alza de los costos de producción, la sequía y la falta de financiación, entre otros factores.

La huelga comercial, la primera de este año y la sexta desde el inicio del conflicto el año pasado, se desarrollará hasta el martes, cuando la ministra de la Producción, Débora Giorgi, ha convocado a una reunión a los dirigentes de las entidades agropecuarias.

Los líderes rurales aceptaron ir a esa cita al tiempo que anunciaron la medida de fuerza comercial, en un contexto de creciente presión de las bases agropecuarias para regresar a las protestas.

El resultado de la reunión del martes es incierto, ya que las patronales rurales exigen un diálogo "sin condicionamientos" y en el que se pueda hablar "de todos los temas", mientras que el Gobierno insiste en que los impuestos a las exportaciones de granos no se tocarán.

El diálogo estará, además, condicionado por el malestar generado entre las patronales agrarias por la polémica en torno a los contactos secretos -infructuosos- entre el Gobierno y solo una de las cuatro entidades, que fue revelado por el propio Ejecutivo en una maniobra interpretada por los dirigentes rurales con un intento por dividirlos.

El Gobierno ha justificado en varias ocasiones que los impuestos a las exportaciones de granos permiten, entre otras cosas, redistribuir las ganancias "excepcionales" del sector agropecuario.

"Hoy más nunca, necesitamos de la unidad de todos los argentinos y, fundamentalmente, de la colaboración y la ayuda de aquellos que más tienen y más han ganado para seguir sosteniendo la actividad económica, el empleo y la paz social, el gran patrimonio que hemos logrado luego de graves crisis", dijo este jueves la presidenta argentina, Cristina Fernández.

Argentina, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de alimentos, sufrió el año pasado millonarias pérdidas por las huelgas agropecuarias y los bloqueos de rutas que llevaron a cabo los productores rurales.

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