La pareja de "justicieros" que lucha contra la corrupción en Portugal

  • La pareja de "justicieros" formada por el magistrado Carlos Alexandre y el fiscal Rosário Teixeira acumula en sus manos los casos de corrupción más importantes de la historia reciente de Portugal, con todo el país pendiente de sus actuaciones.

Óscar Tomasi

Lisboa, 2 dic.- La pareja de "justicieros" formada por el magistrado Carlos Alexandre y el fiscal Rosário Teixeira acumula en sus manos los casos de corrupción más importantes de la historia reciente de Portugal, con todo el país pendiente de sus actuaciones.

La investigación al ex primer ministro José Sócrates, la operación "Monte Branco" -una trama de evasión de impuestos vinculada con Suiza- o la acusación al expresidente del Banco Espírito Santo (BES) Ricardo Salgado son sólo tres ejemplos de una relación que se prolonga desde hace años.

De hecho, ya en 2005 actuaron juntos en el proceso que condujo al alcalde del municipio de Oeiras, Isaltino Morais, a la cárcel por fraude fiscal.

Que coincidan continuamente se debe a la posición que ocupan, según fuentes judiciales consultadas por EFE. Rosário Teixeira es el fiscal con más experiencia del Departamento Central de Investigación y Acción Penal (DCIAP) del Ministerio Público, y Carlos Alexandre es magistrado del Tribunal Central de Instrucción Criminal, por el que pasan todos los crímenes graves en manos del DCIAP.

Alexandre, de hecho, era el único juez de ese tribunal -centrado apenas en casos de criminalidad de ámbito nacional e internacional- hasta el pasado septiembre, cuando la elevada carga de trabajo aconsejó la contratación de otro compañero.

El "superjuez", como es apodado por la prensa portuguesa, es comparado con el español Baltasar Garzón y su popularidad se ha disparado con los arrestos de Salgado y Sócrates, dos "pesos pesados" de la política y economía lusa caídos en desgracia.

Su proyección mediática contrasta con su discreción. No concede entrevistas y apenas es visto en actos públicos y conferencias. A sus 53 años, sólo se sabe a ciencia cierta que mantiene un especial apego a sus orígenes, en el municipio portugués de Maçao, donde participa de los actos religiosos casi cada año.

Su decisión de detener y encarcelar a Sócrates también le han valido severas críticas. Varios juristas y abogados lo acusan de tener la costumbre de imputar con pruebas todavía endebles, y miembros socialistas censuraron que imponga la medida más gravosa posible a su antiguo líder sin detallar las razones.

Otros colegas, por el contrario, salen en su defensa, entre ellos el presidente de la Asociación Sindical de Jueces Portugueses, José António Mouraz Lopes, quien lo califica de "muy competente" y rechaza que busque ganar notoriedad a cualquier coste.

"Esa idea de 'superjuez' no es muy acertada, no se puede comparar con Garzón, por ejemplo. En Portugal, el sistema judicial es diferente y las funciones como magistrado pasan por autorizar registros, escuchas, hacer interrogatorios, etcétera. Pero la investigación criminal no es su responsabilidad", detalla en declaraciones a EFE.

Mouraz Lopes reconoce que la percepción entre los portugueses sobre la situación de la Justicia es negativa pese a que el país "no tiene graves problemas de criminalidad" y lidera algunas estadísticas europeas sobre rapidez de sus tribunales superiores.

"Antes es verdad que nunca se veían afectados los grandes crímenes económicos, pero en los últimos años han surgido casos y condenas de banqueros, políticos... Espero que los casos actuales puedan contribuir a dar una imagen de confianza en la Justicia", asegura.

Como ocurre con otros jueces envueltos en procesos delicados, Carlos Alexandre vive con escolta por haber recibido amenazas. En Portugal se publicó que en una ocasión, su casa fue asaltada y los atracadores le dejaron un aviso: un revólver encima de las fotos de sus hijos.

De su misma edad, Rosário Teixeira también es un nombre del que cada vez se habla más. Encargado de liderar las investigaciones más importantes de su departamento, cuenta con más de una década de experiencia.

"Es un hombre discreto, con gran capacidad, muy trabajador, de los que llegan a primera hora y no se van hasta la noche. Se toma muy en serio su trabajo", explicó a EFE un antiguo compañero.

De hecho, fue director de la Unidad de Combate a la Corrupción en la Policía Judicial y durante su larga trayectoria se ha especializado en asuntos fiscales y económicos, principalmente.

Alexandre y Rosário Teixeira trabajan en la sombra, pero los asuntos que tratan se encuentran permanentemente bajo los focos y los coloca bajo un escrutinio constante.

Acostumbrados a manejar casos mediáticos, los dos afrontan el reto de mejorar la imagen de una Justicia fuertemente desacreditada en Portugal por la sensación de impunidad que dejaron las sentencias de casos emblemáticos en el pasado.

Mostrar comentarios