Peng Liyuan, el ascenso de la nueva "primera dama" de China

  • Con su papel de anfitriona esta semana de la cónyuge del presidente de EEUU, Michelle Obama, la esposa del presidente Xi Jinping, Peng Liyuan, se convierte cada vez más en una "primera dama" al estilo occidental, un papel sin apenas precedentes en China.

Macarena Vidal

Pekín, 21 mar.- Con su papel de anfitriona esta semana de la cónyuge del presidente de EEUU, Michelle Obama, la esposa del presidente Xi Jinping, Peng Liyuan, se convierte cada vez más en una "primera dama" al estilo occidental, un papel sin apenas precedentes en China.

Ambas visitaron hoy una escuela de educación secundaria en Pekín, durante la que asistieron a una clase de robótica y la primera dama estadounidense se animó a intercambiar unas voleas de pingpong con algunos estudiantes.

Las dos participaron, también en la escuela, en una actividad de caligrafía tradicional china, en la que Obama se esforzó en componer el ideograma "yong", o "eternidad", y Peng trazó un "chengyu" o dicho popular de cuatro caracteres, "sólo los virtuosos pueden acometer grandes cosas".

Las dos primeras damas, que continuaron la visita con un recorrido por la Ciudad Prohibida, celebraban hoy también una reunión, antes de compartir una cena y asistir a un espectáculo.

El encuentro entre ambas ha sido acogido con regocijo entre la prensa oficial china.

De manera significativa, no obstante, esas informaciones se han centrado en destacar su popularidad y elegancia.

Así, el diario oficial "China Daily" ha dedicado un amplio reportaje a las "estilosas primeras damas", en las que compara fotos de los atuendos a su juicio más acertados de Peng y Obama.

En China, la figura de la "primera dama" al estilo occidental carece apenas de precedentes, y la tradición considera en general a las mujeres poderosas como una señal de decadencia en la dinastía o el régimen.

Así ocurre con mujeres como la emperatriz Cixi (1835-1908) o la que hasta ahora ha sido la única mujer que ha ocupado un verdadero papel de "primera dama": Song Meiling (1898-2003), la esposa de Chiang Kai-shek, el líder nacionalista que gobernó el país hasta el triunfo de la revolución comunista en 1949.

Song, educada en Estados Unidos, desempeñó un importante papel en la política china durante el mandato de su marido y durante la Segunda Guerra Mundial recorrió EEUU en varias ocasiones para recabar ayuda para el esfuerzo bélico de su gobierno.

La esposa del "Gran Timonel" Mao Zedong, Jiang Qing, contribuyó por su parte a perpetuar el mito de las mujeres poderosas pero malvadas y perjudiciales para su pueblo, debido a su papel en la Revolución Cultural (1966-1976) y sus intentos de perpetuarse en el poder tras la muerte de su marido.

Las mujeres de los líderes posteriores, desde Deng Xiaoping a Hu Jintao, se mantuvieron en un muy discreto segundo plano, hasta el punto de apenas figurar en las visitas de Estado de sus maridos.

Pero una China que aspira a ocupar un papel cada vez más relevante en la comunidad global es consciente del papel de embajadora que puede desempeñar una primera dama con proyección internacional.

Y Peng cuenta con todos los factores para serlo. Enormemente famosa en su país desde antes de su matrimonio como cantante de música tradicional china, está acostumbrada a las cámaras.

También se atreve a hacer sus pinitos en inglés, como demostró hoy al tomar el pincel en la actividad caligráfica con un "dejadme intentarlo yo" en inglés.

Bella y elegante, Peng ya acompañó a Xi durante su primer viaje al extranjero, a Rusia y África, y acaparó elogios por su sentido de la moda.

Dio a conocer internacionalmente a su diseñadora favorita, Ma Ke, y los bolsos que lució durante aquel viaje se agotaron rápidamente en las tiendas y fueron ampliamente copiados ante la demanda de las mujeres chinas.

En viajes posteriores, como el que Xi Jinping y ella hicieron a América Latina el año pasado, Peng mantuvo asimismo una activa agenda de visitas, muy diferente de la de sus predecesoras.

Y, en línea con las actividades que han acometido otras primeras damas en el mundo, se ha convertido en una embajadora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en defensa de las víctimas del sida.

Aun así, sus comparecencias en público dentro de China han sido hasta ahora muy limitadas y ya había reducido enormemente su papel como cantante desde que su marido comenzó a perfilarse como el posible nuevo presidente chino.

Dadas las reticencias históricas que existen en el país, es difícil que Peng asuma un papel de mujer políticamente activa, pero sí es probable que se convierta en una primera dama al estilo occidental... con características chinas.

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