GÜRTEL. LA EXMUJER DE CORREA ASEGURA QUE NO ERA AMIGA DEL MATRIMONIO BÁRCENAS Y POR ESO NO SE EXTRAÑÓ CUANDO DEJÓ DE CENAR CON ELLOS

Carmen Rodríguez Quijano, exmujer del cabecilla de la `trama Gürtel´, Francisco Correa, no era amiga del matrimonio formado por el extesorero del PP Luis Bárcenas y su mujer, Rosalía Iglesias. Había cenado alguna que otra vez con ellos, pero no les incluía en su círculo de confianza, por lo que no dio ninguna importancia al hecho de que esos encuentros se suspendieran.
Así explicó este miércoles a la fiscal la naturaleza de la relación que tuvo con el que fuera responsable de las cuentas en el PP y mediador en muchos de los contratos que consiguieron las empresas de su marido con esa formación política.
“Yo no le consideraba amigo ni nada; era una persona que he visto pero no tenía ningún trato con él. Hemos ido a alguna cena y a alguna cosa. Sí le conozco, pero no éramos amigos”, y por eso cuando las cenas cesaron “no le di importancia”, indicó.
Con sólo el COU terminado, Rodríguez Quijano entró a trabajar como jefa de gabinete del exalcalde de Majadahonda (Madrid) Guillermo Ortega, imputado también en esta causa. Fue empleada eventual del consistorio entre el 2 de julio de 2001 y el 4 de febrero de 2005 como asesora en el Gabinete del regidor. Fue, además, consejera de Pasadena Viajes, Special Events, Construcciones Salamanca y Construcciones Roquiconsa.
Rodríguez Quijano respondió a la fiscal sobre las supuestas irregularidades cometidas en el Ayuntamiento de Majadahonda en los contratos que suscribió con empresas de la red Gürtel. El ministerio público solicita para ella 35 años y siete meses de prisión por su presunta participación en la captación de contratos públicos del Ayuntamiento por su exmarido.
El escrito de las fiscales Concepción Sabadell y Concepción Nicolás apunta que había una cuenta denominada "Gabinete Majadahonda" o "Gabinete" que fue utilizada para sufragar eventos del PP y actos de comunicación y publicidad de los responsables públicos del consistorio madrileño. Esa cuenta también se empleó "puntualmente" para reconducir los fondos ilícitos hacia la exmujer de Correa y otros acusados.
La estrategia de defensa de la exmujer de Correa sigue siendo la de mostrarse como una esposa ignorante que desconocía los negocios de su exmarido. Pese a ello se le juzga por delitos de asociación ilícita, cohecho continuado, fraude a las administraciones públicas continuado, prevaricación continuada, malversación de caudales públicos, falsedad continuada, fraude y exacciones ilegales a las administraciones, blanqueo de capitales, tráfico de influencias y delitos contra la Hacienda Pública.
DESMEMORIA
“No lo recuerdo”, es la frase que más repitió a lo largo del interrogatorio la exmujer de Correa. Asimismo, no reconoció su firma en distintas disposiciones de pago de facturas durante su etapa de directora del gabinete del alcalde de Majadahonda.
Su desmemoria la llevó a decir a la fiscal que no recordaba cómo pagó una vivienda que compró a Ortega y que abonó en parte con un cheque de más de 191.000 euros. “Exactamente no sé cómo pagué, el notario me dijo que yo me compraba una casa y que me habían dado una hipoteca” en Caja Madrid, pero fue capaz de rememorar que había entregado como parte del pago el citado cheque.
Dijo no saber tampoco que la vivienda que compraba era propiedad de Guillermo Ortega y afirmó que compró la vivienda como un “método de ahorro. Ortega no me dijo si el piso era suyo, me dijo que estaba en venta y que era una oportunidad, y yo pedí una tasación y me dieron una hipoteca en Caja Madrid”. En la firma de la escritura de propiedad estaba el abogado Luis de Miguel, hecho al que no dio importancia, “porque era una persona que no era ni conocida ni desconocida”, por lo que “no le di una importancia ni no”.
Tampoco supo qué fue de un coche Jaguar que usaba su exmarido y que simplemente desapareció de su aparcamiento. En cuando al coche Mini que supuestamente usaba, “lo único que sé es que me sigue dando quebraderos de cabeza. Imagino que alguna vez lo habré utilizado, pero no era mi coche”. De hecho, dijo, “no sabía a nombre de quién estaba, lo sé ahora y lo padezco”.
Ante esta afirmación, la fiscal Concepción Sabadell recordó a la acusada que en su declaración policial afirmó que usaba habitualmente ese vehículo, que, sin embargo, estaba a nombre de “un amigo, Pepe Peñas”, el concejal de Majadahonda que delató los manejos de la trama. A esta pregunta directa respondió con un nuevo “no lo recuerdo”.

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