Fuerteventura recibe el Archivo de Betancuria, custodiado por el Museo Canario desde 1932

Fuerteventura recibe el Archivo de Betancuria, custodiado por el Museo Canario desde 1932
Fuerteventura recibe el Archivo de Betancuria, custodiado por el Museo Canario desde 1932
EUROPA PRESS
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Según informa el Gobierno de Canarias, en el acto intervinieron el director general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Clavijo; el presidente de El Museo Canario, Diego López Díaz, y Marcial Morales, presidente del Cabildo majorero.

Este fondo documental, que contiene legajos fechados entre los siglos XVII y XIX, es conocido tradicionalmente como 'Judicial de Fuerteventura', aunque los historiadores también se refieren a él como 'Archivo de Betancuria', pues fue en este municipio majorero donde estuvo alojado hasta 1834.

En esta fecha se trasladaron los documentos a Antigua al situarse aquí la cabeza del partido judicial de Fuerteventura, y en este nuevo emplazamiento permaneció todo el volumen documental hasta el año 1932, en que El Museo Canario se hizo cargo de su conservación.

UNA HISTORIA AZAROSA

La historia del Archivo de Betancuria es realmente azarosa. Ya las actas del cabildo de Fuerteventura de 1784 dejaban constancia de su mal estado de conservación, un problema que se fue agravando durante las décadas siguientes a juzgar por diversos testimonios que se hacen eco de sus graves problemas con la humedad, los insectos y la desaparición de centenares de registros, que eran llevados sin control a distintos domicilios particulares.

Incluso los azares políticos afectaron al archivo, pues Betancuria y Antigua convirtieron en un problema la cesión de los documentos con motivo de la reordenación administrativa de 1834, con la que Betancuria se sintió perjudicada. Todos estos avatares hicieron que el antiguo fondo documental quedara gravemente desmembrado.

15 DE SEPTIEMBRE DE 1932

Por su parte, la entrega de la documentación por parte del Ayuntamiento de Antigua se llevó a cabo el 15 de septiembre de 1932. Los legajos fueron embalados en 16 cajones (4 grandes, 10 regulares y 2 pequeños), y partieron desde Antigua a Gran Tarajal para embarcar rumbo a Las Palmas de Gran Canaria, donde fueron recibidos por El Museo Canario dos días más tarde.

El fondo documental ha permanecido instalado en El Museo Canario sin recibir tratamiento archivístico, salvo un pequeño segmento que parece haber sido intervenido en el pasado sin que conste documentación alguna relativa al mismo.

Sin embargo, sí ha sido sometido a los tratamientos de conservación preventiva que, de manera general, son realizados en la Sociedad Científica, y a pesar de que en la década de 1940 pudo afectarle una plaga de carcoma que sufrieron los depósitos de la institución, ésta ha cumplido celosamente el cometido de custodia y conservación que asumió en el acuerdo de depósito.

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