Iglesias y Errejón: parecidos y diferencias entre el Guerra y González de Podemos

  • Ambos han sabido preservar su relación pese a las diferencias. 

    Errejón, moderado, e Iglesias, más emocional, conectan con distintos sectores en Podemos.

Dos formas de liderazgo y dos formas de concebir Podemos. El líder carismático, estilo González y el ideólogo en la sombra, estilo Guerra. Aunque en el PSOE lo cierto es que la moderación la ponía Felipe y el izquierdismo más de calle, Guerra.

El primero controlaba el partido y el segundo el Gobierno. En Podemos, siguiendo la estela del PSOE que gobernó España sin rivales también hay dos líderes inseparables. Errejón y Pablo. El primero, cerebro gris, el hombre del viaje al centro izquierda electoral. El segundo, pero líder, Pablo, que defiende en sus discurso un tono más radical y carismático. En el PSOE había felipistas y guerristas... y aquéllo acabó mal... para Guerra. En Podemos la sangre no ha llegado al río. Pero también hay Pablistas y Errejones. Y ya hay batallas soterradas aunque la relación entre ambos no se resienta. La diferencia es que Errejón parece el hombre de las ideas y Pablo el que controla el partido con mano de hierro. Errejón, cerebral y analítico, Pablo, pasional e impulsivo

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón complementan su forma de ser y de pensar el partido. Debates que siempre han intentado preservar del exterior, aunque internamente hayan provocado dos corrientes en ocasiones encontradas. Ya se sabe que Monedero intentó echar un pulso a Errejón y lo perdió.

Al final el jefe e campaña moderó el mensaje y Podemos logró sus frutos. Así, a primera vista, Errejón parece más frío y calculador, más analista y menos apasionado. Es el hombre de los titulares. Es imposible asistir a una de sus ruedas de prensa sin apuntar unos cuentas. El último, contra Pedro: "Presidente por un día".

Pablo es más pasional, excesivo, y a simple vista, radical. Le costó cambiar esa ceja subida por una sonrisa. Lo hizo cuando compararon su carácter con el de Aznar. Aquello le dolió. Se dulcificó, pero le cuesta no ser serio y brusco, aunque haga bromas en el Congreso. Le sale esa vena que ha fomentado tanto en las charlas asamblearias. Está en su salsa en medio del conflicto. 

La última muestra de esas diferencias se produjo la pasada semana en el Congreso, justo en el momento en que Iglesias cargaba contra el expresidente Felipe González por el caso GAL. La imagen de la reacción de Errejón a las palabras del líder de Podemos se popularizó rápidamente por la Red. Errejón asentía con las explicaciones de su líder, pero cuando llegó la frase de la cal viva contra González, su gesto mudó en sorpresa. Debió pensar: "la vamos a tener". La tuvieron. El PSOE arremetió contra Podemos. Iglesias defendió sus palabras, pero el daño estaba hecho.

Diferencias que tampoco han disimulado en ciertas afirmaciones. Sobre todo, en lo relativo a la elaboración del programa o la postura ante la investidura de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Errejón se mostraba más cercano a un pacto que Pablo o Teresa Rodríguez. Al final, la batalla la ganó Pablo, que al final, eso es cierto en Podemos, es el que decide.Errejón prefiere construir y ser prudente

“Ha sido la necesidad de concretar propuestas políticas para mañana mismo. Al construir una herramienta para el cambio, nos dimos cuenta de que era para ya. Nos obliga a ser más meticulosos, nuestros programas son estrella y examinados hasta la última coma” (Errejón, en la Cadena SER, mayo de 2015)

“En la lógica de la Universidad (...) puedes decir cosas más rompedoras e iconoclastas, que en la lógica de la política, que exige más prudencia y propuestas más realistas" (Errejón, entrevista en El Mundo, mayo de 2015)

«No es cierto ni estoy de acuerdo con los que opinan que nos hemos moderado. Apostamos por unas políticas que creemos son necesarias para este país», (Mayo de 2015, entrevista en Canarias7)Pablo no olvida que la rabia ha sido el motor de Podemos

“Llegamos hasta aquí llamando a las cosas por su nombre; debemos seguir haciéndolo” (Pablo Iglesias, publicado en abril de 2015 en su blog 'Otra vuelta de Tuerka', en el diario Público)

“Es importante que nosotros no olvidemos lo que nos trajo hasta aquí; un discurso de permanente visualización de las víctimas de la crisis y de reivindicación del Estado social y de las políticas redistributivas; exactamente el terreno que ha abandonado la socialdemocracia, como amargamente señalaba Zapatero”.Errejón cree menos en las líneas rojas que Pablo

“Cometeríamos un grave error si nos dejáramos llevar a un terreno que no nos es propio". (Pablo Iglesias)

“Hay posibilidades de entenderse (…) no son condiciones, son elementos para poder hablar”. (Errejón, marzo 2015, sobre la investidura de Susana Díaz)

“Son tres cosas muy sencillas que no cuestan ni un euro y que son una manera de manifestar voluntad hacia el diálogo, pero no son negociables, no va a haber un mercado" (Iglesias, abril de 2015, sobre la investidura de Susana Díaz)Twitter se convierte en el escaparate de su amistad

"Íñigo Errejón es el director de esta campaña. Vamos juntos, no hay ninguna diferencia. Estamos trabajando a muerte, sin ningún matiz” (Iglesias, abril 2015)

"Pablo es amigo y compañero, trabajamos juntos sin diferencias". (Errejón, abril 2015)

«A Íñigo Errejón se le podrá acusar de muchas cosas menos de mediocridad. Hay pocos dirigentes políticos tan brillantes como él en este país» (Iglesias, mayo 2015)

“Esa es una lectura desde fuera. Nosotros no nos reconocemos en esa distribución de papeles. De hecho, algunas veces nos reímos de ello” (entrevista a Íñigo Errejón en la revista Vanity Fair, agosto 2015)La historia del bollo suizo: Pablo quiere que le vean como niño

Iglesias revela cómo conoció a Errejón (entrevista en El Larguero, de la Cadena SER, noviembre de 2015): 

"Yo llegué a la Facultad de Políticas después de haber hecho Derecho y me habían hablado de un chaval muy listo que entonces aparentaba como seis años. O sea, imaginad la edad que podía aparentar Íñigo cuando tenía como 19 años, que es cuando yo le conozco. Él tenía 19 y yo 24 o una cosa así. Y le veo allí, sentado en la puerta de la cafetería, con un trocito de pan y al trocito de pan le estaba echando un sobrecito de azúcar. Y no pude evitar acercarme y decirle: 'Pero, ¿por qué comes pan con azúcar?'. Y me dice el pobrecito: 'Es que es como un suizo'. Claro, en ese momento me dieron ganas de adoptarle y, efectivamente, le adopté".

La última gracia se ha producido cuando Pablo bromeaba con que en el Congreso iba a invitar a Errejón con un Cola Cao. De nuevo Pablo hablaba de Errejón como un niño pequeño, una imagen que suena agradable pero que a él también le conviene. Traslada la imagen de que él sigue siendo el líder. Y que Errejón, el más listo de la clase con cara de nño, sigue siendo el más listo, sí, pero no el líder. Eso sí, Pablo ha dado la cara por Errejón sin fisura en el tema de la Universidad. 

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