La misión capuchina de Ecuador, Vicariato Apostólico de Aguarico, recibe el Premio Navarra a la Solidaridad

  • El galardón reconoce su labor por los pueblos indígenas y en especial el trabajo para fomentar la educación, la salud y la cultura

El galardón reconoce su labor por los pueblos indígenas y en especial el trabajo para fomentar la educación, la salud y la cultura PAMPLONA, 17 (EUROPA PRESS) Jesús Esteban Sádaba, obispo de la misión capuchina de Ecuador, recogió hoy de manos del presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, el VII Premio Internacional Navarra a la Solidaridad en representación del Vicariato Apostólico de Aguarico. El galardón reconoce la labor de esta misión por los pueblos indígenas y en especial el trabajo que desempeñan en los ámbito de la educación, salud, turismo comunitario, rescate de la cultura, historia y lengua. Al acto, que se celebró en el Salón del Trono del Palacio de Navarra, asistieron, entre otros, la consejera de Asuntos Sociales, Maribel García Malo; la delegada del Gobierno en Navarra, Elma Sáiz; la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, y el presidente de Caja Laboral, Juan María Otaegui. El evento estuvo amenizado por el Cuarteto Vocal de alumnos del Conservatorio Superior de Música de Navarra. En su turno de intervención, Sádaba agradeció la concesión del premio en representación "de muchas personas que se sienten reconocidas por su trabajo y solidaridad, de tantos hombres y mujeres que se han dedicados generosamente, desde su realidad de creyentes, misioneros y servidores del Evangelio, a transformar un mundo en la amazonia ecuatoriana". Recordó especialmente "a tantas personas que a lo largo de estos 56 años de Misión Capuchina han dado y están dando la vida por el evangelio en esas latitudes de una forma alegre, desinteresada y con capacidad de iniciativa y de acción continuada". Se refirió también a las personas "que han hecho posible esta realidad" como el padre Camilo de Trorrano, José Miguel Goldáraz, Monseñor Miguel Gamboa, Alejandro Labaka y la hermana Inés Arango, entre otros. Todos ellos han trabajado "para transformar la realidad", desde su pasión por la minorías, el fomento de la salud en la zona, el servicio a la cultura y la educación". Sádaba acudió acompañado por Heriberto Machoa, indígena naporuna, que agradeció, en kichwa y castellano, la labor de los misioneros navarros que "hace 50 años vinieron a nuestra tierra amazónica y que nos han acompañado en nuestras luchas y nuestra fe". Recordó que entonces vivian "sometidos a los patrones y ahora somos libres, vivíamos sin salud, sin educación, y ahora tenemos escuelas y nuestro colegio bilingüe a distancia, botiquines y promotores de salud". Por último, abogó por "seguir trabajando juntos para enfrentar unidos nuestro futuro, para desarrollar alternativas económicas y de protección y cuidado de nuestra selva". Por su parte, el presidente Sanz se refirió a la elección de la Misión capuchina de Ecuador, como "un gran acierto que conjuga dos caras positivas de la solidaridad internacional, por un lado las personas cooperantes que dedican su vida y esfuerzo a los demás, y por otra parte, los actores por derecho de su propio desarrollo, como son los pueblos indígenas". Sanz indicó además que es la primera vez que los premiados proceden de Navarra, y en este sentido se refirió a los misioneros navarros como "la mejor imagen que Navarra puede proyectar al mundo como comunidad comprometida con el destino de quienes más lo necesitan". En concreto, destacó "la labor de servicio y apoyo a los indígenas de Ecuador que desempeñan los capuchinos y también el esfuerzo que realizan para sobrevivir las poblaciones indígenas en un mundo regido por grandes intereses económicos que muchas veces actúan de espaldas a los valores esenciales de la humanidad". Por último, animó a los representantes de la misión a mantener "su cultura, sociedad e idioma como parte importante de la realidad y de la cultura universal". Además, Sanz agradeció al presidente de Caja Laboral su trabajo por su próxima jubilación y agradeció su apoyo y colaboración en esta iniciativa que viene abordando desde el año 2001 "con entusiasmo y emoción al lado más humano de las causas premiadas". Por su parte, la consejera García Malo se refirió en su discurso a los más de 370 millones de indígenas que viven en unos 70 países de los cinco continentes y que representan una gran "diversidad de pueblos y culturas que convierte a estas poblaciones en actores fundamentales de la conservación cultural del planeta y son fuente de riqueza para sus respectivas sociedades". Sobre la Misión Capuchina de Ecuador dijo que son un "referente internacional" de la solidaridad y recordó sus más de 50 años de trayectoria en defensa de la educación, la liberación de la población indígena cautiva, la atención a la salud o la defensa de los derechos humanos". Por último, Juan María Otaegui, en su último discurso público como presidente de Caja Laboral, destacó la "sensibilidad del jurado" a la hora de elegir al premiado de este año y recordó las ediciones anteriores con las que "hemos podido solidarizarnos con las múltiples carencias de este mundo" y "constatar que existen muchas personas que dan su desde el ejercicio generoso de la solidaridad".

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