Alemania despide con honores y 200.000 euros anuales al presidente que dimitió por su propio caso Gürtel

  • El ex jefe de Estado germano, Christian Wulff, renunció a su cargo tras un escándalo de presuntos tratos de favor a famosos empresarios amigos.

Despedida de Wulff
Despedida de Wulff
Reuters

En algún lugar sobre el arcoiris, allá en lo alto, existe un lugar del que una vez oí hablar en una nana...

Así parece soñar el dimitido jefe de Estado alemán, Christiann Wulff, por cuya petición hoy suenan la canciónOver the Rainbow (Sobre el Arcoiris) y el Himno de la Alegría de Ludwig van Beethoven, entre otras.

Era la gran apuesta de Angela Merkel, que forzó hasta tres votaciones en el Parlamento alemán para que saliera elegido presidente en 2010. La canciller alemana le ha defendido hasta el último momento: "Estoy convencida de que se merecen todos nuestros agradecimientos", dijo el pasado 17 de febrero, después de que Christian Wulff anunciara su dimisión como jefe de Estado.

Pero la fiscalía de Hannover había pedido que se le retirase la inmunidad: distintas informaciones apuntaban desde hacía semanas a un supuesto caso de cohecho que implicaba al máximo representante del país.

Ceremonia de despedida por lo alto

Hoy eso parece olvidado por el protocolo y el Gobierno de Merkel, pues una ceremonia militar de despedida se encarga a estas horas de darle las últimas salvas al ya el expresidente de Alemania.

Los cuatro presidentes que le precedieron han rechazado acudir al acto de esta tarde, según los medios alemanes. Por su parte, la oposición asegura que no ha recibido ninguna invitación.

Pero una recepción ha acogido a 200 invitados, entre cargos oficiales –incluida Angela Merkel- y personas "que han acompañado en su camino" a Christian Wulff, según la web de presidencia.

300 soldados son los encargados de rendir los últimos honores en el propio palacio berlinés de Bellevue, la residencia oficial del jefe de Estado germano.

200.000 euros al año y otros caros privilegios

Sin embargo, hoy las críticas acompañan a Wulff sobre todo por otro asunto: no ha querido renunciar a los más de 199.000 euros anuales que recibirá como sueldo honorífico vitalicio.

Tampoco se ha mostrado dispuesto a renunciar a otros privilegios como un despacho, un chófer y trabajadores a su cargo, algo que cuesta a las arcas públicas germanas otros 280.000 euros al año, según Der Spiegel.

Escándalo investigado por la Justicia

El periódico alemán Bild abrió la caja de pandora el pasado diciembre al destapar que Wulff había recibido un préstamo hipotecario privado de medio millón de euros, y en condiciones ventajosas. Fue cuando era presidente del estado de Baja Sajonia (capital, Hannover). Se lo había facilitado un empresario amigo multimillonario, aunque él justifica que fue de la mujer de éste.

A raíz de este escándalo, los medios hurgaron y descubrieron otros detalles sospechosos de aquella época. Entre ellos, vacaciones aparentemente pagadas por otros ricos e influyentes amigos o una factura gratuita de teléfono móvil pagada por la empresa de un importante productor de cine.

La fiscalía de Hannover ya ha iniciado una investigación, mientras Wulff piensa en pedir algún día a una estrella despertar donde las nubes queden muy lejos, donde los problemas se derritan como gotas de limón… y pueda volar muy lejos como los pájaros azules de la canción cinematográfica de El Mago de Oz.

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