El Rey pide perseverar en la "irrenunciable" defensa de los derechos humanos

Alcalá de Henares (Madrid), 10 sep.- El Rey ha lanzado hoy un rotundo mensaje sobre la necesidad de promover la defensa de los derechos humanos, que considera "irrenunciable", porque, ha dicho, "la dignidad humana es una premisa esencial para toda construcción social justa".

Don Juan Carlos ha entregado en la Universidad de Alcalá de Henares el V Premio de Derechos Humanos que lleva su nombre, y que en esta edición ha correspondido a la red "Todos los Derechos de Todas y Todos", de México, que agrupa a 73 organizaciones civiles de 21 estados mexicanos dedicadas a defender a los más débiles.

"La Corona afirma hoy y en todo momento su firme compromiso con la tarea irrenunciable de protección de los derechos humanos", ha proclamado el Monarca en un discurso pronunciado en el histórico Paraninfo de la universidad alcalaína, que convoca cada dos años este galardón junto a la institución del Defensor del Pueblo.

El jefe del Estado ha dicho que "el empeño de todos" debe ser promover, como recuerda la Constitución, "la dignidad humana, los derechos inviolables de toda persona, el libre desarrollo de la personalidad y el respeto a la ley y a los derechos de los demás".

Al mismo tiempo, ha remarcado que "la mejor expresión de los anhelos de los pueblos se manifiesta en el constante perfeccionamiento de sus instituciones democráticas y en las iniciativas sociales que construyen el futuro y promueven los valores de libertad, justicia y solidaridad".

Porque, ha añadido, "juntas -instituciones y sociedad civil- pueden hacer realidad las aspiraciones de todos los que compartimos el deseo de alcanzar una sociedad cada día mejor por más justa".

Al acto han asistido, además de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, y del rector de la Universidad de Alcalá, Fernando Galván, el presidente del Congreso, Jesús Posada, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, entre otros invitados.

Ante todos ellos, don Juan Carlos ha dedicado reiterados elogios a la labor que desempeñan entidades como las reconocidas con este V Premio de Derechos Humanos Rey de España y ha recordado que la sociedad española "se siente cercana y comprometida con quienes luchan diariamente por la vigencia de los derechos básicos de las personas en cualquier lugar del mundo", sobre todo en Iberoamérica.

Ha subrayado que la búsqueda de la justicia y la solidaridad es una "tarea de todos" que exige la implicación de los Gobiernos democráticos pero también precisa "las más modestas propuestas de acción comunitaria o vecinal".

De esta manera, el premio supone un estímulo para quienes "ponen lo mejor de sí mismos" en favor de los derechos humanos, y una manera de "incentivar esa perseverancia" que no sólo beneficia a los más vulnerables, ha advertido, sino también a toda la sociedad.

"La generosidad y la dedicación de estos hombres y mujeres son especialmente valiosas pues constituyen un recurso fundamental para lograr unos objetivos que tantas veces pueden parecer inalcanzables", ha concluido.

Tras recoger la distinción de manos de don Juan Carlos, la secretaria ejecutiva de la red TDT, Agnieszka Raczynska, ha explicado que el galardón permite "visibilizar la seria crisis de derechos humanos que vivimos en México", con más de 100.000 muertos en siete años, 27.000 desaparecidos y más de 4.000 mujeres asesinadas en cinco años.

Las organizaciones que integran la TDT son, ha enfatizado, "la voz de los sin voz", como los familiares de los desaparecidos, de las mujeres asesinadas y los torturados, y están conformadas por "los que viven entre el miedo y el coraje, y eligen esta labor como una opción de vida".

"Este reconocimiento nos fortalece y anima a continuar el camino que hemos elegido para construir un México distinto, un México libre de violencia, donde la vida y la dignidad de las personas impera por encima de los intereses particulares", ha manifestado.

El rector de la universidad de Alcalá ha señalado, por su parte, que este movimiento "no tiene carácter sectario de ningún tipo" porque aglutina a personas de ideologías muy distintas que ofrecen "un cuadro magnífico y armónico de acciones de solidaridad y compromiso ético con la sociedad".

Ha reconocido sus "actuaciones valientes y arriesgadas" a lo largo y ancho de México así como su "defensa apasionada y admirable" de los derechos humanos.

La Defensora del Pueblo ha añadido que esta distinción "es también un recordatorio de nuestras obligaciones en pro de esos derechos" por parte de los Estados democráticos y que a veces se ingnoran por "problemas domésticos nacionales" o de carácter internacional.

Soledad Becerril ha concluido su discurso con una mención al pueblo sirio para mostrar su deseo de que "la acción de la comunidad internacional encuentre una manera, un medio, de detener que el pueblo sirio sufra todavía más".