Fiscal imputa a gobernador y a exsecretario de Kirchner por lavado de dinero

Buenos Aires, 25 jun.- Un fiscal argentino imputó hoy al gobernador de la provincia patagónica de Santa Cruz, Daniel Peralta, y a Daniel Muñoz, exsecretario del fallecido expresidente Néstor Kirchner, en la causa que investiga por presuntos delitos de lavado de dinero, informaron medios locales.

Las imputaciones fueron realizadas por el fiscal Ramiro González, que investiga la denuncia realizada en un programa de televisión por Miriam Quiroga, ex colaboradora de Kirchner, sobre actividades supuestamente relacionadas con lavado de dinero.

El fiscal, informó el diario Clarín en su edición digital, decidió imputar a Peralta y a Muñoz tras la denuncia de la diputada opositora Elisa Carrió con un informe presentado ante la Unidad de Información Financiera (UIF) en 2011 sobre la situación patrimonial del círculo íntimo del gobernador de Santa Cruz.

Según la UIF, fueron "beneficiados con crecimiento patrimonial desproporcionado en los últimos años" la esposa y familiares directos de Peralta y Muñoz.

La Justicia argentina citó a declarar el próximo viernes a Quiroga, exsecretaria de Kirchner, en la causa que investiga el supuesto movimiento de importantes cantidades de dinero durante su mandato entre la Casa de Gobierno y otras residencias oficiales.

Quiroga tendrá que responder por las declaraciones que realizó en un programa de la televisión local, asegurando que, cuando trabajaba con Kirchner, vio a un estrecho colaborador del entonces presidente salir de la Casa de Gobierno con bolsos supuestamente cargados de dinero que estarían destinados a la quinta presidencial de Olivos y a su residencia familiar de la sureña provincia de Santa Cruz.

La Fiscalía argentina había solicitado hace unas semanas la citación de Quiroga, que ya compareció ante la Justicia el pasado mayo como testigo en otra causa abierta en 2008 por una presunta asociación ilícita de funcionarios y empresarios relacionados con el expresidente Kirchner.

Miriam Quiroga empezó a trabajar con Néstor Kirchner cuando era gobernador de Santa Cruz y, tras su elección como presidente en 2003, fue contratada como secretaria de Documentación en la Casa Rosada, donde se mantuvo hasta que fue despedida apenas unos meses después de la muerte del exmandatario, en octubre de 2010.

En 2011 hizo unas explosivas declaraciones a una revista argentina en las que sugirió que había mantenido una estrecha relación con Kirchner, esposo y antecesor en el cargo de la actual mandataria, Cristina Fernández.