Michael Wolff, de tal palo tal astilla, un periodista al estilo Trump

  • Los que le conocen consideran que puede hacer daño al presidente o al contrario, ser un regalo para justificar que la prensa quiere destruirle.
Michael Wolff
Michael Wolff

Michael Wolff se parece mucho a Trump... y este lo sabe. A sus 64 años, el periodista y empresario, sabe lo que es montar una empresa de guías en internet, facturar 100 millones, como señala Vanity Fair, donde le conocen bien... y arruinarse. Wolff tiene fama de no respetar ningún off the record y apostar por el cotilleo. Además, su estilo no es muy ajeno al del presidente. Su primera reacción a las críticas de este ha sido decir que le enviará una caja de bombones por la inmensa promoción del libro (agotado en una hora y recibido con colas en las librerías de EEUU). Muy a lo Trump.

Divorciado y casado con una mujer 30 años menor que él con la que tiene una pequeña, siempre se ha movido entre los grandes magnates de Manhattan. De ahí su acceso a la Casa Blanca. Criado en los suburbios de Nueva Jersey, hijo de un ejecutivo publicitario y una periodista, el periodista suele ser el centro de atención, le gusta la provocación y es tan odiado como temido, aunque no se considera un periodista respetado en exceso. El libro cuenta con errores ya reconocidos por algunos de los protagonistas, pero su efecto será inmediato. Ya copas las televisiones de medio mundo.

Algunas de las revelaciones del mismo parecen más chascarrillos que realidades, y nadie se llevará las manos a la cabeza por saber que Trump es Trump, según deja claro el NYT. Que Trump teme que le envenenen, que se pasa el día tomando hamburguesas viendo tres televisiones en su cuarto, que no duerme con su mujer y deja el pestillo en su habitación, que Melania lloró al enterarse de que Trump había ganado, algo que él le juró que nunca pasaría, que Donald nunca quiso ser presidente y que, al lograrlo, se aterrorizó. Todo ello hará poco daño a la imagen de un presidente que ha dejado claro ya lo que es... y lo que no es. Que todo su círculo lo llame idiota no va a provocar su destitución. Más peliagudo es que Ivanka Trump y Jared Kushner estuvieran "cada vez más asustados" y "frenéticos" sobre lo que el FBI encontraría si investigara las finanzas familiares, como desvela el libro. Más aún teniendo en cuenta que Ivanka quiere ser presidenta de los EEUU.

Wolff ha escrito como columnista para 'Vanity Fair', 'New York Magazine' o 'Hollywood Reporter' siempre sobre magnates, de hecho Rupert Murdoch, del que escribió una biografía, lo calificó hace años en The New Republic como "una combinación de columnista de cotilleos, psicoterapeuta y antropólogo social que invita al lector a ser una mosca en la pared en el santuario de sus magnates".

Detalla como nadie el perfil de Wolff la revista New Republic en la que se le describe como un periodista que no coje teléfonos, pero sí que habla con todos, en cócteles comidas y cenas y que de ahí elabora columnas que han logrado premios. Desde su mesa número cinco del restaurante Michael's, uno de los más selectos de NY. Lo que sí reconocen los que han seguido su trabajo o compartido con él sus aventuras profesionales es que Wolff no aburre y que sabe psiocoanalizar como pocos a la gente. Lo cierto es que el propio Wolff no pone la mano en el fuego por todo lo que dice en el libro y señala que se fía de lo que le dicen sus fuentes. Son muchos los periodistas que reconocen ya en las redes que Trump se merece un libro escrito por Wolff, pero que tal vez lo único que ha hecho es hacerle un favor al presidente en su mantra de que el periodismo solo quiere destituirle

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