El decreto presidencial suspende durante cuatro meses las concesiones del estatus de refugiado, impone una moratoria provisional --durante tres meses-- a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y paraliza el Programa de Admisión de Refugiados.
Turbull ha informado de que se ha asegurado, por parte de la Casa Blanca y del embajador australiano en Washington, Joe Hockey, de que los australianos queden exentos de esta medida, si bien todavía no se ha pronunciado al respecto sobre ella.
"Lo que es importante para mí, como primer ministro de Australia, son los australianos", ha indicado, según declaraciones recogidas por la cadena australiana ABC.
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