Siria. La suspensión de actividades de la embajada es "la fase previa, lo más corta posible, para el cierre"


El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, aclaró hoy que la suspensión de actividades de la Embajada de España en Damasco "es la fase previa para el cierre", debida al "problema logístico que acarrea éste", y dijo que espera que sea "lo más corta posible".
García-Margallo hizo esta puntualización tras reunirse con el presidente de la CEOE, Joan Rosell, y el de Cepyme, Jesús Terciado, en el Palacio de Viana, una de las sedes del Ministerio.
En la rueda de prensa posterior, los periodistas se interesaron por el matiz diferenciador entre el cierre de la embajada que aventuró esta mañana en un desayuno informativo y la suspensión de actividades a la que lo limitó esta tarde en los pasillos del Senado.
El ministro explicó, además, que con la suspensión de actividades ya "está hecho" el "gesto político" que pretende transmitir un mensaje de "reprobación" a la represión del Gobierno sirio contra los disidentes internos.
España dejará dos diplomáticos en la Embajada de la UE en Damasco para proteger a los españoles que residen allí y para mantener la relación con la sociedad siria y repatriará al resto de funcionarios, salvo a los imprescindibles para mantener el edificio.
García-Margallo dijo que aún tenía que pensar si la retirada de la representación diplomática de España en Siria se hará extensiva o no al Instituto Cervantes.
"No sé si el Instituto Cervantes tiene el contenido político para que forme parte de la reprobación", reflexionó, "ni si por motivos de seguridad habría que cerrarlo".
El Reino Unido, Alemania y Francia ya han cerrado sus respectivas embajadas y, según el ministro, "probablemente" lo hará también Italia. España ya llamó a consultas a su embajador, Julio Albi, a comienzos del mes de febrero, y ya no ha regresado a Damasco.

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