Policías tunecinos se manifiestan contra prohibición de sindicarse

  • Túnez.- Unos 1.800 agentes de las fuerzas de seguridad tunecinas se manifestaron hoy tras la decisión del Gobierno de prohibir las actividades sindicales de los cuerpos de Seguridad del Estado y de aplicar de manera estricta "el Estado de Emergencia", según constató EFE.

Túnez prohíbe el activismo sindical en la policía
Túnez prohíbe el activismo sindical en la policía

Túnez.- Unos 1.800 agentes de las fuerzas de seguridad tunecinas se manifestaron hoy tras la decisión del Gobierno de prohibir las actividades sindicales de los cuerpos de Seguridad del Estado y de aplicar de manera estricta "el Estado de Emergencia", según constató EFE.

Integrantes de la Policía y de la Guardia Nacional militantes de la Unión Sindical de las Fuerzas de Seguridad Interior (USFSI) protestaron hoy contra la decisión del Ejecutivo en la plaza de la "Casbah", sede del Gobierno.

El anuncio de esa prohibición, realizado hoy por el primer ministro tunecino, Beyi Caid Essebsi, multiplicó la afluencia de participantes en una concentración que se había convocado por la mañana.

Según explicó a EFE un miembro de la Guardia Nacional y militante de la USFSI, que prefirió mantener el anonimato, los participantes se quejaron también por los repetidos ataques contra comisarías de la Policía, así como por "la ausencia de decisiones políticas apropiadas para hacer frente a esas prácticas".

Asimismo, la USFSI ha exigido un proceso justo y equitativo para los 23 policías encarcelados y acusados de haber matado a manifestantes durante los disturbios sociales que derrotaron al régimen del presidente Zín El Abidín Ben Alí.

Durante la concentración, algunos manifestantes gritaron consignas pidiendo la dimisión del primer ministro, del ministro de Interior, Habib Essid, y de los directores generales de la Seguridad Pública, Taoufik Dimassi, y de la Seguridad Nacional, Nabil Abidy, así como la del jefe del Estado Mayor de la Armada, Rachid Ben Ammar.

La fuente también declaró que se habían concentrado porque "aún hay que limpiar demasiados malos granos que permanecen en la casa", en referencia a "la necesidad de sanear el Ministerio de Interior de agentes colaboradores del clan de Leyla Trabelsi", esposa de Ben Alí, y acusada de controlar la vida política del país.

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