Wikileaks muestra la frustración de EEUU ante la corrupción rampante en Afganistán

  • Washington.- Nuevos cables diplomáticos obtenidos por Wikileaks detallan la rampante corrupción que afecta a todos los niveles del Gobierno de Afganistán ante la frustración de EE.UU., cuya estrategia militar exige un apoyo sin fisuras al Ejecutivo.

Karzai y un comandante de EEUU criticaron la misión británica en Afganistán
Karzai y un comandante de EEUU criticaron la misión británica en Afganistán

Washington.- Nuevos cables diplomáticos obtenidos por Wikileaks detallan la rampante corrupción que afecta a todos los niveles del Gobierno de Afganistán ante la frustración de EE.UU., cuya estrategia militar exige un apoyo sin fisuras al Ejecutivo.

Dos días después de que se revelara que el presidente afgano, Hamid Karzai, aprobó la liberación de narcotraficantes y criminales detenidos por las fuerzas internacionales, The New York Times, The Guardian y El País, tres de los diarios que tuvieron acceso a los cables, publican hoy más detalles sobre el país.

Los nuevos documentos perfilan un Afganistán en el que "todo está en venta", y donde, según los diarios, la corrupción, la extorsión y la malversación de fondos están a la orden del día, un problema que a ojos de los observadores estadounidenses, tiene su raíz en las altas esferas.

En un cable enviado el pasado enero para informar sobre la previsible composición del nuevo Gobierno, la embajada estadounidense subrayaba que el responsable de agricultura, Ashif Rashimi, parecía ser "el único ministro confirmado sobre el que no pesan acusaciones de soborno".

El embajador estadounidense en Kabul, Karl W. Eikenberry, expresó la misma idea tras un encuentro en octubre de 2009 con el medio hermano del presidente, Ahmed Wali Harzai, del que muchos funcionarios estadounidenses sospechan que se beneficia del narcotráfico.

"La reunión ha mostrado uno de nuestros mayores desafíos en Afganistán: cómo combatir la corrupción y conectar a la gente con su Gobierno, cuando los propios miembros del Gobierno son corruptos", escribió, según publica el New York Times.

Si Karzai infringió la ley al absolver, en abril de 2009, a cinco policías fronterizos que llevaban 124 kilos de heroína en su vehículo, el que fuera vicepresidente entre 2004 y 2009, Ahmed Zia Massoud, no se queda atrás.

Según uno de los cables, Massoud fue retenido el año pasado en la frontera de Emiratos Árabes Unidos cuando trataba de entrar en el país con 52 millones de dólares no declarados en efectivo.

En una entrevista con el New York Times, no obstante, el ex vicepresidente negó la acusación. "Cincuenta y dos millones de dólares es una pila de dinero capaz de llenar una habitación", dijo.

Otro de los casos, el del ex alcalde de Kabul, Abdul Ahad Sahibi, muestra cómo el Gobierno afgano ha llegado a escudarse en la lucha contra la corrupción para ocultar "un sistema judicial de pacotilla", según revela el Times.

Sahibi fue condenado a cuatro años de cárcel el año pasado por supuesta malversación de fondos, pero uno de los cables de la embajada indica que el verdadero motivo fue su intento de detener una trama de distribución ilegal de tierras.

En sus dos años como alcalde, según indican funcionarios estadounidenses, Sahibi "encontró archivos de alrededor de 32.000 solicitantes que habían pagado por parcelas de tierra inexistentes en Kabul".

Las causas de que la corrupción campe a sus anchas en Afganistán son, según los documentos, la falta de regulación en la infraestructura bancaria y la primitiva red de transferencias, conocida como "hawala", que emplean tanto políticos como insurgentes y narcotraficantes para mover capitales en el mundo islámico.

Las operaciones corruptas en el país van desde la malversación de fondos en la organización de los peregrinajes a La Meca, a las tramas para transferir dinero a través de teléfonos móviles, la compra de semillas de trigo o el fraude a la hora de compilar listas de criminales de guerra y en las votaciones del Parlamento.

Según el Times, la imposibilidad de limpiar la corrupción en el Ejecutivo de Karzai desborda a los funcionarios estadounidenses, que se debaten sobre si realmente "vale la pena" entrar en ese terreno dado que Estados Unidos ha convertido el apoyo al Gobierno afgano en una pieza clave de su estrategia contra los talibanes.

Wikileaks ha publicado hasta hoy 612 de los más de 250.000 cables diplomáticos del Departamento de Estado de Estados Unidos de los que dispone.

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