MADRID. EL PLENO MUNICIPAL APOYA SIN AHORA MADRID A LOS ALCALDES Y FUNCIONARIOS CONSTITUCIONALISTAS CATALANES

El pleno municipal de Madrid aprobó hoy con los votos del PP, PSOE y Ciudadanos, y el voto en contra de Ahora Madrid, expresar su apoyo a los alcaldes y funcionarios catalanes acosados por defender la Constitución. Rechazó en cambio incitar al diálogo entre el Gobierno español y la Generalitat de Cataluña, como pedían los socialistas y Ahora Madrid, y hacer extensivo su respaldo a los alcaldes independentistas, como proponía este último grupo.
En una sesión en la que el PSOE pidió la votación por puntos y el Grupo Popular la votación individual a mano alzada (sin que hubiera rupturas en la disciplina de voto por parte de nadie), el PP apoyó la propuesta de Ciudadanos en el mismo sentido de apoyo a los alcaldes y funcionarios constitucionalistas, y de dos de los tres párrafos de la propuesta del PSOE: uno que lamentaba el enfrentamiento entre las instituciones catalanas y el Estado y el ya citado de respaldo a los regidores y funcionarios acosados por no colaborar con el referéndum.
El Grupo Popular se abstuvo en el segundo de los párrafos de la propuesta del Socialista, que instaba al diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, y que con el voto en contra de Ciudadanos y Ahora Madrid no salió adelante. El PSOE, por su parte, se abstuvo en las dos propuestas presentadas por Ahora Madrid y Ciudadanos, en tanto que Ahora Madrid votó en contra de todos los puntos de las otras dos iniciativas, la de Cs y la socialista.
El pleno municipal debatió a la vez las propuestas de Ciudadanos, PSOE y Ahora Madrid sobre la situación en Cataluña; las dos primeras expresaban su apoyo a los alcaldes catalanes acosados por no colaborar con el referéndum, mientras que la última rechazaba las presiones “sobre unos y otros alcaldes”, incluyendo así a los independentistas llamados a declarar por la Fiscalía por ofrecer locales municipales para poner urnas. El PSOE abogaba además por el diálogo dentro de la Ley, mientras que Ahora Madrid defendía el diálogo como única solución, sin basarse sólo en la respuesta legal.
La portavoz socialista, Purificación Causapié, comenzó pidiendo a la Generalitat que desconvoque el referéndum y “proporcionalidad” al Gobierno central, así como “prudencia y mesura” a todas las partes. Afirmó que habría deseado un acuerdo entre todos los grupos para una declaración institucional unánime; a falta de ella, dijo, el PSOE decidió mantener su propuesta. Por contraste, felicitó a la FEMP por aprobar una declaración por unanimidad de apoyo a los alcaldes constitucionalistas.
Causapié dijo que entre el inmovilismo y el independentismo existen espacios de diálogo, que podría tener lugar en la comisión sobre el Estado de las Autonomías que ha pedido el PSOE en el Congreso de los Diputados, con apoyo de PP, Ciudadanos y Unidos Podemos. Pero insistió en su tesis de que no es más progresista saltarse la ley que cumplir con ella. “Es necesario un cambio en nuestro modelo territorial. Pero no necesitamos rupturas”, sintetizó. En su segundo turno, añadió que la cohesión nacional afecta también a los derechos de los ciudadanos, y que ella no pretendía solucionar el problema desde Madrid, sino dar una voz única desde Madrid.
SIN FISURAS
La portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, dijo que compartía todo lo dicho por Causapié y agradeció el apoyo del PP y el PSOE a su propuesta, porque “la unidad no puede admitir fisuras” en este tema, y justificó el haber introducido contra su costumbre una iniciativa no referente a Madrid afirmando que la situación catalana afecta a todos y que nadie pensaba que se iba a llegar a esta situación, con un Parlamento de Cataluña cerrado a iniciativa de los independentistas, gracias a la mayoría de Junts pel Sí y la CUP en la cámara, hasta que pase el 1-O. “Esto nos retrotrae a los tiempos más oscuros”, denunció.
Villacís defendió la creación de garantías para proteger el Estado democrático y reivindicó el “pasado común” de los españoles y la “convivencia pacífica” de los últimos años, frente a los “irresponsables” y “mentirosos” que han querido “dinamitar esto” y “crear fronteras que no existen”. Dirigiéndose directamente a Podemos, “muleta del separatismo”, le afeó que el 'establishment' en Cataluña es Convergència, el actual PdeCat, con todos sus casos de corrupción.
Añadió que “lo peor es que este tema se está colando en todas partes”, centros de trabajo, escolares y “familias que empiezan eludiendo el tema y terminan eludiéndose a sí mismas”. En su segundo y breve turno, matizó que el diálogo no puede ser impuesto.
Defendió a los constitucionalistas de Cataluña, porque “hay que ser valientes” para serlo allí, y puntualizó que “aquí no vale la equidistancia”, pues hay personas acosadas y otras que hacen los escraches y carteles que señalan a las primeras, que son las que “no gozan de libertad de expresión”, no los otros alcaldes a los que hacía referencia la propuesta de Ahora Madrid.
Finalmente, la portavoz de Ahora Madrid, Rita Maestre, definió el conflicto como “político” entre dos partes de la sociedad catalana, y entre una de ellas y España, y desdeñó la interpretación de que son los dirigentes nacionalistas los que quieren tapar su corrupción con el Procés, cuando ahora hay media Cataluña que votado a partidos independentistas “desde hace relativamente poco tiempo”, mientras el resto de España pretende taparse los ojos y mandar a la Fiscalía y la policía, sin practicar las herramientas de la política: el diálogo y la escucha.
"ORGULLOSAMENTE EQUIDISTANTES"
“Es muy poco práctico”, avisó, señalando que las encuestas en Cataluña muestran que el 80% de los catalanes, votantes de PP y Cs incluidos, creen que el referéndum es la mejor solución a un conflicto que genera mucho dolor por afectar a algo tan personal como las identidades nacionales. Maestre dijo que en Ahora Madrid son “orgullosamente equidistantes” porque “esto no es un partido de fútbol” , y la política es la forma de encontrar soluciones consensuadas y la “voluntad de solucionar los conflictos políticos con más democracia en una democracia fuerte como debería ser la española”.
En su segundo turno, abundó en esto al reseñar que una muestra de democracia es respetar las opiniones políticas de los otros, que son legales y legítimas según el propio Tribunal Constitucional aunque no coincidan con las propias.
“Yo no soy independentista", aclaró, "pero es legítimo que alguien tenga opiniones independentistas y hay que intentar encauzando, asumir la diferencia y tratar de resolver los problemas democráticos con más democracia”, como a su juicio no han hecho ni el Gobierno español ni la Generalitat. “Las dos partes lo están haciendo rematadamente mal”, acusó, criticando los señalamientos que hacen los independentistas pero atribuyendo el origen del problema a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía catalán de 2006.
Desde el PP habló la concejala catalana Isabel Rosell, quien lamentó la “destrucción de la amistad” y la “liquidación de la confianza” que detectó el escritor Josep Plá tras la Guerra Civil y ahora ha provocado el independentismo. “El nacionalismo es un sentimiento tóxico”, diagnosticó, afirmando que ella misma se tuvo que desprender de él, y reivindicó su “legítimo derecho a ser española sintiéndome catalana”.
Rosell aseguró que el problema concierne a todos los españoles, y confirmó el apoyo a las propuestas de Cs y PSOE, que dan prioridad “a lo que nos une”, y no a la de Ahora Madrid, con su “equidistancia intolerable” y “relativismo obsceno que da vergüenza”, ante un “golpe contra la democracia” que acalla a la oposición. “El Gobierno español está haciendo lo que debe”, defendió. “Lo que está en juego no es una aspiración política, sino el fundamento mismo de la democracia”. Y terminó preguntando directamente a la alcaldesa, Manuela Carmena, qué tipo de diálogo pide, dado que el Gobierno lo ha ofrecido dentro de la ley.

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