La visita de la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, a Canadá se vio perturbada por manifestaciones y los hoteles donde debía convocar su conferencia de prensa anularon la reserva de la sala para ese fin, indicó su partido este martes.
Dos grandes hoteles de Montreal anularon sucesivamente "la sala reservada para permitirle a Marine Le Pen recibir la prensa", indicó el Frente Nacional, en un comunicado, añadiendo que la presidenta del partido "no cederá a las intimidaciones".
Marine Le Pen había criticado el domingo las políticas del gobierno liberal canadiense sobre inmigración y ciudadanía, tildando a sus impulsores de "falsos humanistas".
Ese día, una decena de jóvenes irrumpieron en una conferencia de prensa de Le Pen para manifestar a favor de la acogida de Canadá de miles de refugiados sirios y denunciar la presencia de Le Pen en la provincia de Quebec, donde los políticos de todos los partidos se negaron a recibirla, incluyendo al Partido Quebequense (soberanista).
El gobierno de Justin Trudeau presentó el mes pasado un proyecto para derogar la ley que suprime la ciudadanía canadiense a los binacionales declarados culpables de actos de terrorismo y otros crímenes graves, una medida adoptada por el anterior gobierno conservador. Un debate similar se está librando en Francia.
"Hay un gran peligro" en querer mantener a los individuos radicalizados en suelo propio, y sólo los "falsos humanistas" con el pretexto de "la generosidad" piensan lo contrario, había expresado Le Pen el domingo, y criticó también la decisión del gobierno federal de recibir a miles de refugiados, la mayoría sirios.
El gobierno de Canadá prevé albergar a entre 51.000 y 57.000 refugiados en 2016, el doble que el año anterior.
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