Dispersa oposición boliviana ante reto de unirse y aprovechar derrota de Morales

  • Una desmembrada y diversa oposición boliviana, sin líderes de peso desde hace más de una década, necesita renovar liderazgos y encontrar una vía de unidad, si quiere volver al poder, ahora que su más duro rival, el presidente Evo Morales, no puede reelegirse.

De bruces ante la realidad, los jefes de la oposición tuvieron le adjudicaron al ciudadano común todo el mérito del rechazo a la reforma constitucional que proponía Evo Morales para reelegirse en un cuarto periodo.

Hasta el domingo, en que el No en el referéndum por la reelección triunfó con 51,21%, Morales había sido invencible en elecciones.

Pero el apretado resultado no sólo obliga al oficialismo a buscar otro candidato, sino que también empuja a la oposición a unir fuerzas para soñar con una perspectiva real de poder, esta vez sin el imbatible exdirigente cocalero al frente.

Desde hace una década, la unidad de la oposición enfrenta una complejidad enorme por la amplia gama de adversarios del mandatario, que van desde la derecha, pasando por posiciones centristas, hasta la izquierda de viejos aliados del gobernante que se alejaron denunciando un manejo personalísimo del gobierno y del partido oficialista.

Las cabezas más destacadas de la oposición son los históricos excandidatos presidenciales Samuel Doria Medina (centroderecha), Jorge Quiroga (derecha), y el gobernador de la pujante región de Santa Cruz, Rubén Costas (derecha), todos con aspiraciones presidenciales.

El camino hacia las elecciones de 2019 para la oposición luce lleno de obstáculos.

"La oposición tiene que modernizarse, tiene que permitir nuevos liderazgos, pero no 'a dedo' (por medio de influencias), sino a nuevos líderes que vengan desde la base social", explica a la AFP el analista político y sociólogo Iván Arias.

Aunque sin mencionarlos, señala que "hay líderes históricos (de la oposición) que ya han cumplido su rol".

Por la misma línea, el profesor en Ciencias Políticas en la estatal Universidad Mayor de San Andrés, Carlos Cordero, ve una oposición "reactiva" a todo lo que hace el gobierno.

"La oposición tiene que organizarse, movilizarse, promover la democracia interna, hacer capacitación (de sus militantes) y claro se necesita dinero y no tiene. Pero la oposición tiene que trabajar desde ahora", opinó en conversación con la AFP.

El cambio no sólo está en la boca de los analistas, sino en la de los políticos. "El desafío que tiene la oposición es de renovarse y de construir un proyecto político alternativo serio", señaló Luis Revilla, alcalde de La Paz, y jefe de Sol.Bo, un movimiento ciudadano de centroizquierda.

La idea de unidad en la oposición ha rondado desde las elecciones generales de 2005, cuando ya se avizoraba el imparable crecimiento de Morales, quien se había situado como segundo en las presidenciales de 2002, detrás del acaudalado empresario Gonzalo Sánchez de Lozada.

Para los tres procesos electorales nacionales (2005, 2009 y 2014) los diferentes candidatos opositores hicieron llamados a la unidad, pero nunca la alcanzaron.

Tras el referéndum del pasado domingo, Doria Medina volvió a llamar a la unidad para vencer al oficialismo. "El principal mensaje que nos dio la población es la unidad", dijo, y consideró que lo que corresponde ahora es "un candidato y no cuatro".

"Quienes han fracasado en anteriores eventos electorales, quienes no han tenido la capacidad de construir un proyecto político alternativo deben dar un paso al costado", pidió Revilla.

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