El Gobierno anuncia la entrega del viceprimer ministro a la Policía, como exigían los camisas rojas

Bangkok.- El Gobierno de Tailandia anunció hoy que el viceprimer ministro Suthep Thaugsuban se entregará a la Policía, la condición exigida por los camisas rojas para poner fin a casi dos meses de protestas y un mes de ocupación del centro de Bangkok.

Poco después de que los camisas rojas exigieran la rendición, el portavoz del Gobierno, Panitan Wattanayagorn, indicó que Thaugsuban y a su vez jefe del centro de operaciones para la coordinación de la seguridad, tiene previsto personarse el martes en la jefatura de la Policía para que le sean leídos los cargos de la denuncia presentada contra él por los camisas rojas.

El frente antigubernamental considera que el viceprimer ministro es el principal responsable de las 25 muertes ocurridas e pasado 10 de abril durante los enfrentamientos librados entre los manifestantes y efectivos de las fuerzas de seguridad.

También cerca de tras 800 personas resultaron heridas en aquellos enfrentamientos.

La decisión de exigir la entrega de Thaugsuban fue adoptada por la plana mayor de los camisas rojas durante la larga reunión que mantuvieron sus miembros para discutir el plan de reconciliación propuesto por el primer ministro a principios de la pasada semana.

Nattawut Sakua, líder de los camisas, dijo que los manifestantes continuarán atrincherados en el centro comercial de la capital hasta que se produzca la entrega.

"Una vez que se entregue a la policía, el frente dispersará a los manifestantes para que regresen a casa", apuntó el líder de los camisas rojas.

El líder de los manifestantes indicó en una rueda de prensa celebrada tras la reunión de más de cuatro horas de duración, que el frente antigubernamental está de acuerdo con la propuesta del primer ministro de convocar elecciones legislativas el próximo 14 de noviembre, y que es uno de los puntos del plan de reconciliación.

La demanda de los camisas rojas llega un día después de que el primer ministro apremiara a los manifestantes para que pusieran fin a la protesta y dieran hoy lunes una respuesta clara" a su propuesta.

La "hoja de ruta" del Gobierno, y que los camisas rojas aceptaron aunque pidieron después detalles, contempla disolver el Parlamento la segunda quincena de septiembre para celebrar elecciones el 14 de noviembre.

Una bomba artesanal y de escasa potencia estalló anoche frente a la residencia en Bangkok del presidente de la Comisión Electoral, Apichart Sukkhakanont, sin causar heridos, indicó hoy la Policía.

También una sucursal del Bangkok Bank fue la pasada noche blanco de un ataque de desconocidos que arrojaron una granada contra las puertas, aunque ésta no llegó a explotar.

Desde que hace dos meses comenzaron las protestas, 29 personas han muerto y unas mil han resultado heridas en enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de las fuerzas de seguridad, en la explosión de artefactos y en ataques.

Varios miles de camisas rojas están atrincherados desde hace más de un mes en una zona de unos tres kilómetros cuadrados de extensión del corazón comercial de Bangkok, que alberga hoteles de cinco estrellas y lujosos centros comerciales que permanecen cerrados.

Los camisas rojas del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura y la coalición de Gobierno reiteraron el pasado sábado su compromiso de resolver la crisis política por medios pacíficos.

Con su "hoja de ruta", que propone disolver el Parlamento durante la segunda quincena de septiembre para celebrar elecciones el 14 de noviembre de este año, el jefe del Ejecutivo pretende poner fin a la profunda crisis política en la que Tailandia está sumida.

La mayor parte de los "camisas rojas" provienen de las zonas rurales del norte y noroeste del país, las de mayor densidad demográfica y feudos de los testaferros del multimillonario Shinawatra, quien en 2008 fue condenado a dos años de cárcel por un delito de corrupción.

Los manifestantes consideran que el Gobierno integrado por una coalición de seis partidos y encabezado por el Demócrata que lidera Vejjajiva, y al que respalda la elite monárquica y el Ejército, es ilegítimo por haber llegado al poder mediante pactos parlamentarios en vez de las urnas.