Miquel Roca se convierte, sin quererlo, en el rostro de la 'tercera vía' catalana

    • El exlíder convergente, fiel a CDC, muestra en cambio con gestos sus discrepancias hacia Mas.
    • En una foro con el candidato de Unió, defiende el 'diálogo' como la única solución al escollo de Cataluña.
Roca, este martes, con el candidato de UDC, Ramón Espadaler.
Roca, este martes, con el candidato de UDC, Ramón Espadaler.

La vía del diálogo para desatascar la cuestión catalana, la opción pausada que se enfrenta a la marcha atrás de Artur Mas ha encontrado un aliado de peso en Miquel Roca. El exsecretario general de CDC y padre de la Constitución es receloso de pronunciarse sobre el actual tono del partido en el que aún milita, y menos aún de criticar en público el proyecto del president. Pero de forma soslayada sí se advierte la apuesta del que fuera, y aún es, uno de los grandes baluartes de la 'convergència'.

El último gesto se produjo ayer, en el Foro 'Barcelona Tribuna', organizado por el diario La Vanguardia, y donde Roca fue el encargado de presentar la ponencia del candidato de Unió, partido donde precisamente Roca militó en sus inicios en la política. La intervención, en la que enfatizó el liderazgo de Espadaler y su participación "necesaria y decisiva" en el futuro político de Cataluña, fue interpretada por muchos como un 'plantón' hacia CDC. Él mismo matizó ayer, en el acto, que no tiene intención de "moverse de Convergència", y desde su entorno insisten a este diario en que en su participación en el foro no hay ambición ni intencionalidad política alguna. "No se trata de ningún apoyo a Unió", descartan. Recuerdan, para resaltarlo, que el próximo día 22, hará lo propio, en el mismo foro, con el candidato del PSC, Miquel Iceta.

Tanto el socialista como el democristiano coinciden en una vía de entendimiento, la denominada 'tercera vía', que sin duda concuerda más con la visión que Roca tiene de la solución para Cataluña. Aunque a cuenta gotas, el exlíder convergente sí ha dejado clara que su apuesta central pasa por el diálogo y que una declaración unilateral de independencia, la apuesta de Mas, le genera preocupación e incluso "angustia"."Las unilateralidades no funcionan"

La pasada semana, Roca rompió ya con su habitual 'tono bajo' para lamentar que la Diada no fuese "abierta a todo el mundo". "Es una lástima, porque ahora no es el momento para restar, sino para sumar. Cataluña somos todos, independentistas, confederalistas, federalistas, federalistas asimétricos, autonomistas y también todos los que no participan en ninguna de estas propuestas", aseveró, desde su habitual espacio en La Vanguardia. "Las unilateralidades tampoco han triunfado nunca en la historia de Cataluña", advertía.

Desde hace años, Roca insiste en que Cataluña siempre ha gestionado mal los hechos rupturistas. "Ninguno ha funcionado", dijo hace dos años, en su comparecencia en el Parlament para defender la constitucionalidad de la propuesta de ley de consultas populares del Govern de Mas.

En la misma, defendió la legalidad del Estatut y cargó contra el Constitucional: "El estatuto andaluz recoge artículos calcados que el TC anuló en el Estatut. ¿Cómo voy a respetar este tribunal?", dijo en su intervención, en la que se mostró partidario de la celebración de una consulta que serviría también para dar voz a la llamada "mayoría silenciosa". Roca ha insistido siempre en que defender a Cataluña como "nación" no tiene por qué ser contrario al interés de España.

En los últimos años, sin embargo, ha hecho ver que su postura con la independencia es crítica, cargando con sutileza ante los planteamientos de sus defensores. Entre ellos, la mejora de la situación económica en una Cataluña independiente, un argumento que consideró un "error". "Siempre hay problemas, no existe una solución mágica", subrayó en un foro, en el que destacó que "el futuro económico de un país depende de la política que se lleve a cabo", y que una característica esencial de esa política ha de ser asegurar la estabilidad.Nuevas bases para la convivencia

Roca insiste en que la cuestión catalana representa ante todo un "problema para España, no para Cataluña" y que la urgencia es el diálogo que permita "definir nuevas bases para la convivencia". Del mismo modo, no es partidario de una reforma constitucional si el fin no está bien definido.

Planteamientos que chocan con el rumbo de la CDC de Artur Mas, desde la que apremia a declarar la independencia en año y medio tras los comicios, y se acercan más a las tesis de la 'tercera vía' que defienden tanto Unió como el PSC. Una propuesta de negociación y acuerdo, con una posible reforma constitucional pactada para reconocer la singularidad de Cataluña.

Más allá de las críticas soslayadas al tono de la dirección 'convergente', y que el desencuentro es patente, según sus allegados, apenas se ha escuchado a Roca referirse al actual president, según sus allegados. Una de las referencias de las que se sacó más punta fue cuando, tras el fallecimiento de Adolfo Suárez, el histórico convergente 'afeó' a Mas el haber utilizado su figura para reclamar políticos como el centrista para tratar de resolver la cuestión catalana. "Es un mal momento para instrumentalizar la figura, compararlo con algo a mí no me va", dejó claro Roca.

El de ahora es sin duda un importante golpe a la campaña de Mas. Tanto por su innegable carácter simbólico, como por lo que presupone para hecho de que la tesis de Roca tiene acomodo en un de convergentes que desde hace tiempo declaran no sentirse identificados con el partido y urgen a frenar la deriva el president.

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