Domingo Troitiño, el asesino de Hipercor

    • El 23 de octubre de 1989 la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional lo condenó a 794 años de cárcel por el atentado de Hipercor.
    • Además, Domingo Troitiño fue juzgado y condenado en 1989 a 15 años de cárcel por el atentado contra la Refinería de Empetrol en Tarragona.

Domingo Troitiño Arranz 'Txomin' es uno de los etarras más sanguinarios de la historia española por ser el cerebro del atentado de Hipercor. Fue miembro de los comandos 'Barcelona' y 'Aizkora', este último lo integraba junto a su hermano Antonio y otros dos terroristas, y fue condenado por varias acciones con víctimas mortales.

Domingo Troitiño fue detenido el 5 de septiembre de 1987 junto con otros dos etarras en un piso de la calle Mallorca de Barcelona.
El 23 de octubre de 1989 la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dictó una sentencia en la que condenó a Domingo Troitiño y a Josefa Mercedes Ernaga Esnoz, miembros del 'comando Barcelona' a penas que sumaron casi 1.600 años de cárcel, 794 para cada uno, como autores del atentado que perpetraron contra el centro comercial Hipercor de Barcelona el 19 de junio de 1987, que se saldó con un balance de 21 personas muertas y 45 heridas.

Además, Domingo Troitiño fue juzgado y condenado en 1989 a 15 años de cárcel por el atentado contra la Refinería de Empetrol en Tarragona; por pertenencia a banda armada a 35 años; y por un atentado contra un cuartel en la Ciudad Condal a 75 años.
En 1991, Domingo Troitiño fue juzgado por el atentado terrorista cometido contra los guardias civiles del Servicio Fiscal de Aduanas del puerto de Barcelona, el 27 de marzo de 1987, ocasionando la muerte de un guardia civil y otros cinco heridos.

El 18 de diciembre de 1998 el Gobierno autorizó el traslado de 21 presos de ETA que estaban encarcelados en prisiones de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, a distintos centros penitenciarios de la Península. Domingo Troitiño fue trasladado entonces de Las Palmas a Granada. Pudo ser liberado en 2006 pero el Tribunal Supremo lo impidió.

Es muy respetado entre el mundo abertzale por su fama de frío e inteligente, más reflexivo que su hermano Antonio, también etarra. En 1995 una fuente policial lo describió ante los periodistas Pablo Ordaz y Francisco Peregil como "un padre franciscano". A pesar de que Antonio fuera el primero en simpatizar con los movimientos independentistas, cuentan que, de no haber sido detenido, Txomin hubiera podido formar parte de la dirección de la banda.La masacre de Hipercor

Según recoge la sentencia 49/1989 de la sección 1.ª de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional,los miembros de la organización terrorista ETA Josefa Mercedes Ernaga Esnoz, Domingo Troitiño y Rafael Caride Simón habían recibido órdenes del dirigente etarra Santiago Arróspide 'Santi Potros' para realizar diversos ataques contra empresas de capital francés o mixto hispano-francés.

Atendiendo a esas directrices, el comando de ETA decidió colocar un artefacto explosivo en el centro comercial Hipercor de Barcelona, ubicado en la avenida Meridiana.

Según explica Florencio Domínguez en su libro ETA en Cataluña. De Terra Lliure a Carod-Rovira (Temas de Hoy, 2005), la idea había sido, al parecer, de Rafael Caride, que propuso a sus compañeros colocarla bomba allí, creyendo que se trataba de una firma francesa.

Los etarras llegaron a la conclusión de que la mejor forma de atentar era abandonar un vehículo lleno de explosivos. Dicho y hecho, tras introducir varios bidones rellenos de artilugios explosivos en un vehículo y fijar el temporizador para que estallara a las 16:00 horas, dos de los terroristas abandonaron el coche-bomba en el segundo sótano del aparcamiento de Hipercor.Los muertos del atentado de Hipercor

En el atentado de Hipercor murieron 21 personas y otras 45 resultaron heridas de gravedad:
Milagros Amez Franco : Tenía 43 años y era de Laguna Dalga (León) y madre de dos hijos que tenían 12 y 17 años de edad. Tras el atentado, sus hijos llegaron al hospital en Taxi, donde Milagros no superó las heridas.

Susana Cabrerizo Mármol: Con 13 años, era la primera vez que acudía ilusionada a comprar a Hipercor, junto a su hermana y su madre. Cuando las tres se encontraban en el interior del vehículo en el aparcamiento, la onda expansiva les alcanzó de lleno. Ella y su madre, María del Carmen Mármol, fallecieron en el acto. Su hermana, de 15 años, murió mientras era trasladada al hospital.

Sonia Cabrerizo: Falleció con 15 años, junto a su madre y su hermana Susana. Resistió al traslado al hospital, pero no supero los daños sufridos.

María del Carmen Mármol: Perdió la vida a los 36 años, junto a sus dos hijas (Sonia y Susana). ETA dejó ese día a Alvaro Cabreriza, marido y padre amoroso, totalmente sólo en el mundo de un plumazo.

María Emilia Eyre: Nacida en Chantada (Lugo), tenía 44 años y vivía en Barcelona practicamente desde que vino al mundo. Su marido, Rodrigo, fue uno de los 45 heridos del atentado.

Mercedes Manzanares: Contaba con 30 años y era soltera. Había ido al Hipercor junto a sus sobrinos Jordi (9 años) y Silvia (13 años) para comprar bañadores.

Silvia Vicente: Después de su hermano, con 13 años fue la segunda víctima más joven del atentado. La explosión tuvo lugar cuando ambos hermanos ocupaban el asiento de atrás del coche que conducía su tía Mercedes. Pero no fallecieron por la explosión, sino por ahogamiento causado por el humo.

Jordi Vicente: Fue la víctima más joven de la matanza etarra, con sólo 9 años. El humo generado tras la explosión de Ford-Sierra bomba colocado por Troitiño acabó con su breve existencia.

Luisa Ramírez: Tenía 41 años, estaba casada y era madre de dos hijos. La identificación de sus restos fue un dolor añadido para los suyos, ya que se trató de una de las últimas personas identificadas gracias al trabajo del Anatómico Forense, debido a los daños que produjo en su cuerpo el coche bomba.

Luis Enrique Saltó: Contaba con 22 años de edad, pero ya trabajaba en Hipercor como escaparatista. Fue la única víctima de la plantilla del centro comercial. Sus restos descansan en el cementerio de San Gervasi de Barcelona.

María Teresa Daza: Estaba embarazada cuando el coche bomba de Hipercor le quitó la vida junto a su marido, Rafael Morales. El matrimonio, muy querido en Santa Coloma de Gramanet, dejó huérfano a un niño de siete años. Según informó el diario ABC, al entierro de la pareja acudieron más de 20.000 personas.

Rafael Morales: ETA le segó la vida a los 33 años, junto a su esposa María Teresa, privándole de ver crecer a su primer hijo y ver nacer al segundo.

Felipe Caparrós: Tenía 44 años, estaba casado y trabajaba en la compañía de seguros C.A.P. Internacional cuando acudió al centro comercial. Sufrió graves quemaduras incompatibles con la vida, y falleció dos días después del atentado.

Xavier Valls: A sus 40 años era un arquitecto conocido, y el tercer vecino de Santa Coloma de Gramanet que fue asesinado en la masacre de Hipercor.

María Paz Diéguez: Resistió todo lo que pudo aferrada a la vida, pero María Paz se convirtió en la última persona en morir víctima del atentado un mes y medio después del mismo, al fallecer en el hospital Vall d'Hebron por insuficiencia respiratoria y una infección generalizada a causa de la heridas recibidas. María tenía 57 años, estaba casada y tenía dos hijos. Fue enterrada en Orense.

Matilde Martínez: Nacida en O Nocedo (Lugo), tenía 35 años y era soltera. En La Vanguardia, en fechas cercanas al atentados, la describieorn como una de las promotoras del fútbol femenino en Cataluña, que jugó en el equipo femenino de la Gramanet, y en el momento de fallecer jugaba en el F.F. Cataluña, conjunto del que era capitana.

Mercedes Moreno: (36 años): se convirtió en la víctima número 18 tras fallecer a causa de una insuficiencia respiratoria en el hospital Vall d'Hebron, cuatro días después del atentado. Mercedes había sufrido quemaduras en el 80% de su cuerpo, según contababa ABC. La víctima, casada y madre de un niño de 10 años, era una conocida miembro de la Asociación de vecinos deSant Andreu, el barrio barcelonés en el que residía. Fue incinerada en el crematorio de Cerdanyola y sus restos fueron esparcidos posteriormente por su familia en el Montseny.

Consuelo Ortega: (67 años): se convirtió en la víctima de mayor edad tras morir dos días después como consecuencia de unas quemaduras que lesionaron el 80% de su cuerpo. Su hermana Gloría, que iba con ella en el momento de la explosión, fue herida grave y, de hecho, tardó en curarse 174 días después. Según la sentencia, le quedaron "graves secuelas consistentes en cicatrices hipertróficas permanentes en frente, nariz, mejilla izquierda, hemicara derecha… ", y subrayaba la "necesidad de una intervención quirúrgica en manos y cara".

Bárbara Serret: Tenía 32 años y falleció casi un mes después del atentado en el hospital Vall d'Hebron. Había sufrido quemaduras en el 75% de su cuerpo. Estaba casada con José Asensio.

José Valero: Murió al instante de la explosión del coche bomba, ya que se encontraba cerca del mismo. Sus restos se identificaron con certeza dos días después de la masacre. Estaba casado con María de los Desamparados.

María Rosa Valldellou: Nacida en Barcelona, contaba con 57 años en el momento de su asesinato. Estaba casada con Marcos Cabré, con el que era madre de cuatro hijos. Falleció el 9 de julio después del atentado en el hospital Vall d'Hebron por una insuficiencia respiratoria y un shock generalizado a causa de las lesiones sufridas.Atentado en el Puerto de Barcelona

Los miembros del Comando Barcelona de ETA, entre los que estaba Troitiño, ubicaron un coche bomba cargado con treinta kilos de amonal y 50 kilos de metralla (tornilleria y eslabones de cadena cortados), a la entrada del Puerto de Barcelona, junto al Paseo de Colón, con idea de atentar contra los agentes de la Guardia Civil del servicio fiscal de Aduanas.

A las trece horas y dieciocho minutos del viernes 27 de marzo de 1987, la detonación del coche-bomba sembró de muerte la zona del Puerto de Barcelona, llevándose por delante la vida del joven guardia civil Antonio González Herrera, y dejando heridas a cerca de una veintena de personas.

Antonio Gonzalez Herrera: Natural de Ciudad Real, tenía 27 años. Logró llegar al hospital, pero falleció en quirófano cuando era intervenido de urgencia. Estaba casado desde hacía tres meses con María Nieves Bajo.

Además del asesinato de Antonio González, la bomba causó heridas de distinta consideración a otros cuatro agentes de la Guardia Civil: José Lobato Lerena, natural de Ronda (Malaga), de 28 años de edad; Francisco Javier Laparra Pérez, natural de Zaragoza, de 41 años de edad; José Estrada Rayero, natural de Valencia, de 44 años de edad y Juan ílvarez Pardo, natural de Linares (Jaén), de 30 años de edad.

Doce civiles que caminaban por la zona, y el Capitan de la Guardia Civil en la Reserva Activa Vicente Hernando Minguez, también resultaron heridos por la explosión.

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