La dirección nacional del Partido Popular se impuso en 2009 como una obligación la realización de una auditoría externa para verificar sus cuentas internas. Además, tenía que publicar el resultado en la página web. Sin embargo, no hizo ninguna de las dos cosas.
Así quedó establecido en el punto 17 del Código de Buenas Prácticas que el partido elaboró hace más de tres años, a raíz del escándalo que el 'caso Gürtel' provocó en la formación por los regalos y el dinero que varios dirigentes recibieron presuntamente de la supuesta trama de corrupción organizada por el empresario Francisco Correa.
En aquel documento, recogido por Servimedia, se plasmó por escrito como una obligación que "anualmente se someterán las cuentas del partido a una auditoría externa, cuyo resultado se publicará en la página web".
Sin embargo, el PP no ha realizado desde entonces lo que el propio Código de Buenas Prácticas marcó como una prioridad y no ha sido hasta ahora cuando Mariano Rajoy ha dado orden de encargar una auditoría a una empresa externa para limpiar la imagen del partido tras las informaciones sobre el dinero que el extesorero Luis Bárcenas tenía en Suiza y el supuesto pago de sobresueldos a dirigentes con dinero negro.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ensalzó el lunes en rueda de prensa que esta será "la primera vez" que un partido político en España encarga una auditoría externa para revisar las cuentas internas, con lo que admitió que no se había realizado hasta ahora.
Cospedal fue incluso más allá al asegurar, sobre el Código de Buenas Prácticas, que la realización de una auditoría externa era tan sólo una posibilidad, pero el artículo 17 deja bastante claro que tendría que haberse realizado "anualmente".EL PP DICE QUE HA CUMPLIDO
Fuentes de la dirección nacional del PP aseguraron a Servimedia que hasta ahora no se había recurrido a una empresa especializada porque se consideraba que el examen del Tribunal de Cuentas al que están sometidos todos los partidos políticos por ley ya constituía en sí mismo una auditoría externa.
El PP se acoge a este argumento para sostener que sí cumplió el artículo 17 del Código de Buenas Prácticas, el cual fue matizado en el artículo 60.3 de los nuevos estatutos aprobados en febrero de 2012 para precisar que esa auditoría externa correspondía expresamente al Tribunal de Cuentas conforme a la legislación vigente.
Si ahora se recurre a una empresa de primera fila para auditar las cuentas del PP es, según las fuentes consultadas, de manera "excepcional" y con el objetivo prioritario de demostrar que las cuentas están limpias.
El Código de Buenas Prácticas fue presentado públicamente el 21 de diciembre de 2009 en una comparecencia pública que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, compartió con la entonces vicesecretaria general de Organización del PP, Ana Mato, la actual ministra de Sanidad y Servicios Sociales.
Cospedal anunció entonces que, para vigilar el cumplimiento de este reglamento, se nombraba al tesorero José Manuel Romay Beccaría como auditor de prácticas internas, una nueva figura que posteriormente heredó Carmen Navarro cuando sustituyó al dirigente gallego al frente de las finanzas del partido.
Asimismo, se designó una comisión de seguimiento integrada por tres miembros del Comité de Derechos y Garantías del PP para asegurarse que el Código de Buenas Prácticas se ponía en práctica. A pesar de estos mecanismo de vigilancia, la auditoría externa nunca llegó a encargarse, aunque el partido sostiene que sí se hizo a través del Tribunal de Cuentas.
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