Guerra: no se está atendiendo a la gravedad de unos políticos en rebeldía

Valencia, 30 sep.- El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha manifestado hoy que en el Estado "no se está atendiendo lo suficiente" a la "gravedad" de una situación en la que unos dirigentes políticos están, según ha dicho en referencia a Cataluña, "en una posición de rebeldía" respecto a las leyes.

Guerra se ha pronunciado así al ser preguntado por el papel del PSC en el debate sobre Cataluña, antes de pronunciar una conferencia en Valencia sobre Europa, invitado por el Club de Encuentro Manuel Broseta.

El socialista ha mostrado su desacuerdo con el comportamiento de todos los partidos políticos en Cataluña así como con el Gobierno, que se está manteniendo "de perfil" al no adoptar "ninguna disposición" cuando debería hacerlo.

Por ello ha opinado que los partidos, especialmente los de ámbito nacional, deberían tomar "muy en serio" lo que está pasando, unos dirigentes políticos institucionales "que tienen la obligación de respetar las leyes y de hacerlas respetar y están claramente en una posición de rebeldía contra las leyes".

Los partidos, también el PSC, ha dicho, no han adoptado "una posición acertada", según el exvicepresidente del Gobierno, que ha añadido que, aunque lo hagan por electoralismo, "cuanto más nacionalistas se colocan, menos votos tienen".

El nacionalismo catalán se ha convertido, a su juicio, en un nacionalismo "orgánico, no democrático, irracional, romántico, místico y mítico" y está empujando a la sociedad a una posición "imposible" que dará unos frutos "espantosos".

Sobre una hipotética formación de izquierdas en un gobierno tripartito en la Comunitat Valenciana, ha indicado no conocer lo suficiente la situación política en la región pero ha asegurado que el PSOE tiene hoy "cuatro puntos" más que el PP en intención de voto.

Preguntado por posibles pactos de gobierno en Alemania tras las recientes elecciones, Guerra ha considerado que cuando la alternativa y el gobierno están unidos la sociedad no avanza en democracia, más bien retrocede, aunque ha agregado que él no es quién para decir a los alemanes lo que tienen que hacer.