Barcelona, 30 sep.- El Parlamento catalán, con los votos a favor de CiU, ERC e ICV-EUiA, ha censurado hoy la "ruptura del pacto constitucional de 1978" que entiende que ha supuesto la reciente reforma de la Carta Magna, un pronunciamiento que se ha tomado con la oposición de PP, PSC y Ciutadans.
Nacionalistas, republicanos y ecosocialistas han intercambiado apoyos para lograr que el Parlament expresara su malestar por una reforma que creen que "abre una nueva etapa en las relaciones entre Cataluña y España", y que "vulnera la autonomía financiera" de la Generalitat.
El debate monográfico sobre la modificación de la Carta Magna con el fin de poner límite al déficit público de las administraciones, que se inició ayer por la tarde en el Parlament y se ha cerrado esta mañana, ha dividido así al hemiciclo entre detractores y partidarios de esa modificación.
Aunque la propuesta de resolución presentada por el PSC reconoce, en su exposición de motivos, que habría sido "preferible un consenso más amplio", los socialistas catalanes han evitado avalar una crítica formal a este proceso y han respaldado sin fisuras el cambio constitucional, al igual que el PP catalán.
El texto presentado por el PSC, que no ha salido adelante por falta de apoyo, pedía no obstante que la ley orgánica que desarrolle la reforma constitucional respete "la autonomía financiera de la Generalitat".
En otra votación, CiU, ERC, ICV-EUiA y Ciutadans se han aliado para que el Parlament aprobara una propuesta de resolución que critica que la reforma no se sometiera a referéndum ciudadano, mientras que PP y PSC han votado en contra.
A pesar de avalar el cambio constitucional, Ciutadans también se ha sumado al bloque formado por CiU, ERC e ICV-EUiA para respaldar otra propuesta de resolución en la que el Parlament muestra "su disconformidad" con una reforma "hecha mediante un procedimiento de extrema urgencia sin motivos debidamente justificados y sin el diálogo ni el debate que una reforma de estas características requiere".
Los tres diputados de Solidaritat Catalana per la Independència (SI), que ayer intentaron sin éxito anular este debate por considerar que era extemporáneo, no han asistido al pleno como forma de protesta, y tampoco lo ha hecho el diputado no adscrito Joan Laporta porque es concejal en el Ayuntamiento de Barcelona.
A pesar de la coincidencia durante buena parte de las votaciones entre CiU, ERC e ICV-EUiA, la federación nacionalista comparte la filosofía de limitar de forma estricta el déficit público, mientras que ERC e ICV-EUiA discrepan de esta línea.
De hecho, el portavoz de ICV-EUiA en el Parlament, Jaume Bosch, ya ha avanzado que su grupo presentará una enmienda a la totalidad a la ley catalana de estabilidad presupuestaria, que fijará en el 0,14% del PIB el límite máximo de déficit estructural permitido para la administración catalana a partir de 2018.
Pese a opinar que las "formas" como se ha tramitado la reforma de la Constitución no fueron "las más convenientes", la diputada Rocío Martínez-Sampere (PSC) ha defendido que su partido apoyó la modificación de la Carta Magna "por responsabilidad y convicción".
Por otra parte, el grupo de CiU se ha abstenido a una propuesta de resolución presentada por ERC que pedía que la Constitución reconozca a Cataluña el "derecho al ejercicio de la autodeterminación".
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