Zardari insta a la reconciliación con la opositora Liga de Sharif

  • Islamabad, 28 mar (EFE).- El presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, abogó hoy por el entendimiento con el principal partido opositor del país, la Liga Musulmana-N, del ex primer ministro Nawaz Sharif, y pidió restituir el Gobierno que esta formación encabezaba en la provincia oriental de Punjab, disuelto desde hace un mes.

Islamabad, 28 mar (EFE).- El presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, abogó hoy por el entendimiento con el principal partido opositor del país, la Liga Musulmana-N, del ex primer ministro Nawaz Sharif, y pidió restituir el Gobierno que esta formación encabezaba en la provincia oriental de Punjab, disuelto desde hace un mes.

Zardari, quien compareció hoy ante una sesión conjunta del Parlamento y Senado televisada en directo por medios paquistaníes, instó a poner fin a las disputas entre las fuerzas políticas en el beneficio de Pakistán.

"La reconciliación es el camino adelante. La democracia tiene que ganar fuerza. Llevaremos a Pakistán a nuevas alturas. Tenemos que poner fin al desafío del uno al otro. Ya tenemos desafíos suficientes. Seamos amigos", clamó el presidente, entre tímidos aplausos.

El Ejecutivo paquistaní, liderado por el Partido Popular de Pakistán (PPP), que encabeza Zardari, desactivó hace dos semanas una crisis política tras acceder a las demandas de la oposición y la abogacía del país que exigían la restauración de los jueces destituidos durante el estado de excepción impuesto por el ex presidente Pervez Musharraf.

La PML-N se unió a las protestas de los abogados después de que el Tribunal Supremo emitiese el mes pasado una sentencia que inhabilitaba a su líder, Sharif, y a su hermano Shahbaz para ejercer cargos públicos por haber tenido condenas en casos criminales.

El veredicto supuso la disolución del Ejecutivo en Punjab que lideraba Shahbaz en coalición con el PPP y la imposición del mandato del gobernador provincial.

"Debo recomendar el fin del mandato del gobernador en Punjab. El PPP apoya al candidato de la PML-N, cualquiera que sea", dijo Zardari, quien también calificó de positiva la reciente restauración de los magistrados del Supremo, incluido el jefe de ese tribunal, Iftikhar Chaudhry.

Ante los legisladores nacionales, diplomáticos, su hijo, Bilawal, y jefes de Gobierno provinciales, entre otros, Zardari instó a que un comité parlamentario constituido por todos los partidos políticos revise los poderes que la Constitución otorga al presidente para cesar al Gobierno y disolver las cámaras.

Estas competencias fueron introducidas en la Carta Magna por su predecesor en el cargo, Pervez Musharraf, y han suscitado polémica entre la oposición, especialmente en la Liga-N, que le ha pedido que renuncie a ellas en cumplimiento del compromiso adquirido por su difunta esposa, la ex primera ministra Benazir Bhutto.

"La supremacía del Parlamento ha sido el sueño de nuestra líder mártir Benazir Bhutto. (...) Pido que la reforma constitucional sea examinada sin retraso", expuso Zardari.

El presidente paquistaní hizo un repaso de los logros y planes del Gobierno, que acaba de cumplir su primer año, aunque sin profundizar en ninguna de las muchas cuestiones que abordó, como la crisis económica y energética, el respeto a las minorías o la potenciación de la agricultura.

Asimismo, Zardari aplaudió la decisión del presidente estadounidense, Barack Obama, de conceder a su Gobierno una ayuda de 1.500 millones de dólares anuales durante cinco años para la lucha contra el terrorismo.

"La presidencia de EEUU se aproxima a un cambio positivo. Estamos luchando contra el terrorismo y el extremismo; es nuestra propia guerra, y continuaremos haciéndolo", dijo.

Zardari se mostró optimista respecto al futuro de las relaciones con la India, que se han visto seriamente deterioradas tras el atentado terrorista en Bombay, del que Nueva Delhi culpa al grupo Lashkar-e-Toiba, con base en Pakistán.

"Las relaciones (con la India) mejorarán pronto y se reanudará el proceso de diálogo" iniciado en 2004, dijo.

La comparecencia de Zardari, la segunda desde que fue investido presidente, llega en un momento difícil para Pakistán que afronta un aumento de la violencia terrorista.

Al menos 57 personas fallecieron a causa de un atentado suicida ayer, viernes, en una mezquita repleta de fieles en una zona tribal fronteriza con Afganistán.

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